Numerosas fosas comunes se conservan todavía hoy en día dentro de los muros del cementerio de Jaca. Contendrían en su conjunto los cuerpos de al menos 312 personas asesinadas por los golpistas durante la guerra. Están distribuidas en seis grandes zonas de enterramientos colectivos. Algunas de ellas se hallarían bajo sepulturas más recientes y en la práctica serían irrecuperables, por lo que se señalan las que son claramente localizables. La que mencionamos aquí está situada en el rincón que configuraba el antiguo extremo suroeste del cementerio antes de su ampliación. Contiene los restos de las ocho víctimas de la matanza del 25 de enero de 1937. En aquella ocasión las ejecuciones se produjeron en el fuerte de Rapitán, pero los cuerpos de los asesinados fueron trasladados hasta el cementerio. Alrededor de la fosa yacen un número indeterminado de personas, entre las que encuentran las víctimas de las grandes matanzas perpetradas en diciembre de 1936 y enero de 1937, así como los restos del alcalde Julián Mur, fallecido en combate junto a los republicanos y cuya tumba fue dignificada en diciembre de 2003 mediante la colocación de un monolito en el que figura la leyenda “Alcalde de la ciudad de Jaca del 24/2/36 al 27/11/36”, fecha de su muerte durante los combates que tuvieron lugar en el casco urbano de la localidad de Gavín.