La gran fosa común del cementerio de Ayerbe contiene los restos de una cantidad indeterminada de personas, que aunque desconocida a ciencia cierta podría alcanzar, o incluso superar, el centenar. Entre ellas se contarían por un igual personas asesinadas por los sublevados y soldados rebeldes muertos en el frente. No dispone de ningún tipo de identificación ni dignificación, si bien la extensa franja de terreno donde se encuentra permanece prácticamente vacía y muy pocas sepulturas se han situado sobre los restos de las víctimas de la guerra.

Hasta un total de 50 vecinos del pueblo fueron asesinados en la villa por los sublevados en los primeros meses de la insurrección militar. Además de los seis ya mencionados, citaremos también a Domingo Ruiz Alcrudo, José María Teller Torres, José Alvarez Otal, los hermanos Valeriano y Julián Río Estallo, los hermanos Blas y Manuel Orleáns Cinto, José Lafuente Lafontana, Severino Longarón Ferrer, José Auseré Lorés, Francisco Aguarod Sánchez y su esposa Miguela Alastruey Añaños, Pedro Ferrer Laglera, Fidel Torres Escartín, Nicolás Giménez Pérez, Valeriano Salinero Romero, Carlos Jos Fontana, León Marcuello Espada, Vicente Sanclemente Ascaso, Andrés Cinto Giménez, Pío Latorre Rocha, Ricardo Bretos Ferrer, Benito Morlans Marcuello, las hermanas María del Carmen y Alicia Obejero Corduras, Eugenio Sango Salinero, Félix Giménez, Casiano Biescas Latorre, los hermanos Mariano y Daniel Bradineras Lafontana (su hermano Higinio también fue fusilado pero logró salvar la vida y huir a zona republicana), Francisco Salcedo Añaños, Eusebio Ena Beatriz, Roque Laplaza Moi, Nicolás Marco Tril, Pablo Manuel Marco Pascual, Lorenzo Auseré Cidón, Gregorio Jiménez Romeo, Valeriano Pérez Romeo, Carlos Raimúndez Marco, Fidel Fatás Iguacel, Leandro Garasa Marcuello, José Torres y Rufo Salcedo Salcedo. Al menos otros seis serían asesinados o morirían en la cárcel a causa de las privaciones entre 1938 y 1943. Sus nombres eran Francisco Fontana, Antonio Auría Calvo, Emilio Loriente Vidosa, Pablo Forcada López, Cecilio Buesa Cinto y José Castillo Nueno.

Otras víctimas de la represión ejercida por los republicanos: Sólo un vecino de Ayerbe aparece registrado como muerto violentamente a manos de los republicanos. Se trata de Pascual Salcedo Ancho, quien habría muerto en Valencia tras haber sido tomado prisionero en el frente de Teruel.

Otras víctimas de la guerra en la localidad: Citar también que un mínimo de 14 jóvenes de Ayerbe que habían huido a zona leal perecieron luchando en las filas republicanas. Sus nombres eran Antonio Labarta Puente, Tomás Buesa Sarasa, Francisco Sarasa Alvarez, Casimiro Gallego Pérez, Mariano Fañanas Loriente, Manuel Sarasa Añaños, Antonio Zubiarraín Martínez, Juan Martínez Gallego, Félix Lafontana Sarasa, Francisco Aguarod Alastruey, José Pérez Esporrín, Florencio Salcedo Salcedo, Andrés Alagón Corral y Luis Monreal Obejero.

Mencionar que sólo los restos de un soldado llamado Constantino Ibáñez Gil, natural de Torrelapaja (Zaragoza), fallecido en el hospital militar, saldrían de Ayerbe con rumbo al Valle de los Caídos hacia 1959.

Otros ocho vecinos de Ayerbe morirían en los primeros años cuarenta en los campos nazis de exterminio. Sus identidades eran las de Valeriano Lacasa Añaños, José Río Estallo, Luis Dieste Pérez, Jaime Salcedo Torralba, los hermanos Víctor y Restituto Martínez Gallego, Valeriano Sarasa Añalos e Inocencio Torralba Añaños.