Las ruinas de este castillo se encuentran en la cima de un cerro de conglomerado, junto al antiguo camino que unía Secastilla con Puy de Cinca.

Los restos conservados, difíciles de apreciar en conjunto debido a la espesa vegetación, se componen de un recinto principal, en cuya cara oriental destaca una potente muralla en barrera de sillares de gran módulo tallados en conglomerado que se conserva en buena parte de su alzado. Esta muralla, por sus características formales, podría datarse en época andalusí (siglos IX-X).

En la cumbre del cerro se conservan los restos de una torre, muy arruinada, de mampostería concertada de aparejo muy diferente respecto al de la muralla descrita y cuya cronología puede ser posterior a la de ésta.

Otros restos constructivos de la fortaleza presentan un aparejo de sillarejo de aspecto similar al de los vestigios de la iglesia románica  conservada a unos 200 m al norte siguiendo la citada senda, que deben datarse, obviamente, a partir de finales del siglo XI cuando estas tierras caen en poder del rey de Aragón.