Este azud tenía la función de retener el agua del barranco de Valdezaragoza para desviarla, según convenía, hacia las tierras de casa Bastarás. El lecho del barranco es bastante ancho y la obra de la presa es de considerable envergadura y calidad.

El conjunto se compone de dos casetas y la obra hidráulica propiamente dicha. Está realizado en piedra arenisca y azul, en grandes bloques, y ladrillo en alguna zona.

La primera caseta se sitúa en la margen izquierda del barranco, en alto. Es cuadrangular. Se cubre con teja árabe a un agua. La pared más cercana al barranco se coloca a peso sobre uno de los muros del azud. Servía para guardar herramientas y las tablas de las compuertas.

La segunda caseta es redonda, de piedra, cubierta con cúpula por aproximación de hiladas ligeramente apuntada. Sus dimensiones muy reducidas. Además de la puerta, tiene dos pequeños vanos, uno hacia los campos y otro hacia el curso del agua. Se encuentra en un resalte reforzado por paredes de piedra, entre el curso del barranco y el artificial. Cumplía funciones de vigilancia.

La obra hidráulica tiene planta de doble embudo unido por sus zonas más estrechas. El primer tramo recoge el agua y el segundo la dirige hacia los campos. Las laderas más pendientes del barranco se han reforzado con muros de piedra. En la margen derecha del barranco se situaba la zona de compuertas secundarias, las cuales se cerraban para desviar el agua hacia la compuerta principal.

En las proximidades se conservan restos de muros relacionados con el azud.