El edificio es una casa noble del renacimiento aragonés, construida en el siglo XVI, perteneciente al conjunto de edificaciones civiles más destacadas de la localidad.
La casa ocupa un solar alargado, ya que consta de dos crujías recayentes a dos calles opuestas: plaza del Compromiso en su fachada delantera y patio trasero en la calle Virgen del Carmen.
El acceso primitivo tenía lugar a través de la fachada principal orientada a la plaza, si bien posteriormente se realizó por la parte trasera a través del patio.
El edificio consta de sótano, planta baja, primera y segunda, además de falsa o entrecubierta con altillo a manera de solanar, y está construido en piedra sillar.
El interior del inmueble presenta dos crujías, cuyas dos fachadas se encuentran orientadas a dos calles opuestas. La parte del edificio declarada BIC es la correspondiente a la casa del siglo XVI, cuya fachada recae a la plaza del Compromiso; en la parte posterior se levanta otra crujía, construída durante el siglo XIX, de menor interés.
La casa renacentista presenta interiormente una gran escalera de un solo tramo que asciende a la planta superior o noble; esta se encuentra centrada por un vestíbulo desde donde se accede a la principales dependencias del edificio. Esta planta alberga en la crujía delantera un salón central flanqueado por dos alcobas principales, completándose la planta con una cocina y otra alcoba, además de un pequeño cuarto utilizado a modo de almacén y un baño. La planta superior se utiliza a modo de despensa y almacén, presentando un solanar típicamente aragonés, orientado al sur, de los que Caspe cuenta con otros ejemplos.
En el exterior la fachada presenta una composición típicamente renacentista, ordenada simétricamente, y de gusto italianizante. destacando la decoración con motivos renacentistas en entablamentos, jambas y dinteles en piedra.
Su aspecto ha sufrido algunas importantes transformaciones que desvirtuaron su aspecto original; la planta baja se transformó para abrir tres huecos de acceso al local situado en dicha planta, desapareciendo su primitivo acceso mediante gran arco de medio punto, aunque queda su huella en el muro.
Las estancias de la planta noble quedan señaladas al exterior mediante tres vanos, de composición semejante, de los que el central es abalconado y de mayor tamaño que los laterales. Los tres vanos se encuentran enmarcados por pilastras jónicas en piedra, sobre las que apoya un entablamento, que se remata con un clípeo semicircular con forma de media pátera con concha central gallonada. La importancia de la planta noble en fachada queda remarcada por una cornisa corrida bajo los vanos, que en su parte central queda rota por el balcón.
La planta superior se abre mediante la característica galería aragonesa de arquillos de medio punto, bajo los que corre una moldura.
El alero está compuesto por varias hiladas de ladrillo aplantillado, rematando el edificio una cubierta de teja árabe, y el solanar sobre la cubierta.