"Teníamos por costumbre, la noche de San Juan, ir a pescar si se podía, si el tiempo lo permitía. Y a coger truchas. Y al otro'l día hacerlas freír para llevarlas al Puerto Santa Orosia para comer y la merienda. Y ahí pues, si llevábamos un par de docenas o trenta truchas, pues las repartíamos en l'almuerzo, cuando nos juntábamos todos en la mata que se decía, en el puerto."!Venga, pues una trucha por cada uno. Según, hasta donde llegaban!" Si había veinte o había veintidós personas, pues se repartían. Pués todos a comer truchas de a pescata de la noche de San Juan. Y cuando venía… antes de salir el sol, nos dábamos en una poza d'esas un baño ahí. Sin bañador ni nada, al agua –Manuel produce un chasquido bucal lateral que significa entrar en movimiento–. Pues te vestías y a casa. Y teníamos por norma que cuando terminabamos la pescata nos hacíamos freír una trucha, en una losa, con fuego, ahí,  encima de la losa, la que nos parecía, porque siempre íbamos a pescar dos (personas). Pues una truchica pa cada uno. Nos la comíamos, le poníamos un poco de tocino dentro, vuelta y vuelta ahí, mientras nos vestíamos y por ahí –ruido idéntico–, trago de vino y a casa. Y aquella eso, a dormir, pa'l otro'l día marchar al puerto. Y esa es la norma de la noche de San Juan."

• SATUÉ OLIVÁN, Enrique. Archivo Enrique Satué Oliván. Testimonios de aquel Pirineo. Archivo sonoro, 2000-2007.
• SATUÉ OLIVÁN, Enrique. Siente. Testimonios de aquel Pirineo. Zaragoza: Prames, 2016.