Marro Suils, Nieves. (10/09/2020)
Y a… oi! Y en abeba un árbol en cada punta de la carretera y nosotros los van matar. Los matemos, porque ibas, salibas de la escuela al recreo y empezabas a correr por el lau de la escuela, por alrededor, ibas allí, tocabas aquel árbol y ya no parabas. Ya no te tocaba de parar. Y lo tocábamos mojau, con escarcha, con hielo… hasta que desapareció. Hasta que se murió. A eso jugaban cuan iban a la escuela a ixo, a eso se jugaba.
[¿Y a eso cómo le llamaban?].
Pues nada. Pues te enrestibas, te marchabas:
─Bueno, “ya lo paro yo”. T’escondías en la eso y si cogebas alguno, la paraba él. Y si no lo cogías seguías parándolo tú.