Román Ariño, María. (10/09/2020)
Entonces lo que sí que en abeba, entonces eban las cosas… [no]. Después no. Pero tamé n’aeba como aquí confrades cada año, teniban unos libros, pero ixes libros s’han perdiu toz, y en aquellos libros estaban asta uno de [nombre de una casa] que va ser un sobrino mío dize:
―Pos no veis que aquí asta sale Castro ―que nosotros teniban Castro de apellido entonces, los yayos míos―, [...] aquí sale Castro.
Y Castro eba la ermita de allá abajo, veniba en aquél libro escrito.
[Y ixos libros de qué eban? Dize que se feba cada año aquí].
Eban uno o dos confrades, pa cuan se moriban la gente… Y l’apuntaban tot allí. Y claro, y apuntaban cada año y a los que les tocaba y to ixas cosas que feban entonces.
[Y la cofradía pa quién eba? A quién estaba dedicada? Algún santo, teneba nombre?].
Cuan se moriba uno. No, no, no… Eba el pueblo. Pero [...]. Uno se’n cudiaba… Antes, por ejemplo, se moriba alguno, pos los que se’n cudiaban aquel año teniban que cuidar-se de tot.
[Y los llibros iban rodán de casa en casa perque cada año se’n cuidaba uno?].
Eso, los cambiaban, ixo feban. Lo que entonces sí, cuan se moriba uno tenibas que, a’l mejor pues, por ejemplo yo, si se moriban a casa mía pues veniban de tres o cuatro casas aquí toz d’alrededor y entonces se invitaban, veniban a comer, sabes?
[Y también aduyaban a fer la fosa?].
La fosa, sí, los confrades, claro. Ixo el feban los confrades tot. Ellos se’n cudiaban de tot. El que le tocaba… Y iban a la casa a vestir-los, que tamé teniban que vestir-los, que por suerte a yo chicarrona chicarrona [ya el va... casi va subir] to’l pueblo, me llamaban, les teniban miedo y a yo no me importaba nada de vestir, perque tamé entonces teniban que arreglar los patios, después ya… A lo primero meteban las sábanas blancas, y después ya van comprar unos trapos negros igual que fan las confradías, pero bueno… que aún deben de estar, no sé si los abrán tirau, ya los abrán tirau…
[Y los patios los arreglaban...].
Los confrades.
[Cuan se teneba que rezibir, digamos...].
Cuan veniba el muerto. Sólo feban [incar-les] los patios, els confrades se’n cudiaban de tot.
[Y la caja quién la feba?].
Pos a Graus, los carpinteros. Bueno, a Torres, primero a Torres, que n’aeba un carpintero. Después ya se’n van pasar ta… Lo feban desde Graus.