Serena Cereza, Montserrat. (21/09/2021)
Aquí en abeba una muller que le gustaba beber. Y claro, no sabía cómo, pero ella se espabilaba, a ver cómo hacía. Y aquí los vecinos de más abajo de nosotros, pues llegaban del monte, se meteban a comer, se hacían un poquito… Se feban la siesta y bueno. Pero ella lo sabía y dejaban la alforja abajo, en las escaleras con lo que les había sobrau de vino u lo que fuese. Y bajaban, ya que queriban marchar otra vez ta’l monte y dizen:
―Oi, nina! Pero, en esta bota n’aeba vino y ahora no n’hai! [Risas]
Bueno, y eso pasó… de vez en cuando. Al final se dieron cuenta de que… Es que en los pueblos se hacía como se podía, eh? O, se feban las cosas como se podeba.