Mur Prats, Benjamín . (21/09/2021)
Serena Cereza, Montserrat. (21/09/2021)
[Montse]: A Santaliestra.
[Benjamín]: Aquí al molino Mur sí que habían hecho molino de harina ¿no?
[Montse]: Papá hablaba de las olivas.
[Benjamín]: No, no. Pero vamos yo he visto moler ahí.
[Montse]: Sí, claro. Hacían pan… Va subir una familia de Benabarre…
[Benjamín]: Tengo una anécdota que contar, que fue dura.
[Del molino?].
[Benjamín]: De los molinos o como fuera, sí. Mi padre, tenían grano en casa pero ya se les terminaba, porque entonces amasaban en casa.
[El llevaban a cozer al forno, pero masaban en casa].
[Benjamín]: Sí, sí. Masaban en casa. Tenían horno de casa.
[Cozeban en casa].
[Benjamín]: Sí, sí. Lo tenían todo de casa, el horno, la máquina para, o sea, para sacar el ziazo que decían, pa sacar la harina: fina, primera, segunda y el salvau por último.
Entonces, pues resulta que dice, bueno pues esto, tendré que llevarlo a moler a Santaliestra que estaba la harinera, y cogió dos cargas y fue allí. Y llegó a Santaliestra y no se lo quisieron moler, y dice:
―¿Y por qué?
―Nos tenemos que ir a cazar y no vamos a perder tiempo.
Con que bueno, dice:
―Pero bueno, hombre, para moler esto, cuánto le costaba y tal y cual…
Dice:
―No, no. Si tiene mucha prisa va y la tire al río —Esa es la contestación que le dieron.
Con esta armonía, que voy a hacer yo aquí. Carga las caballerías, se viene pa casa y al día siguiente va a molerla a La Puebla de Roda. Bueno, cuando llegó allí, dicen:
―¡Saca las mulas de ahí! Saca las mulas de ahí, que están subiendo los de abastos, que si nos cogen nos van a meter un paquete.
[Montse]: Eban en años después de la guerra, con el cupo.
[Benjamín]: Después, bueno, pues que haremos, que dejaremos de hacer… Tenía un primo allí y fue pa casa de él y dice:
―A ver si podemos poner esto en algún sitio que no nos lo vean, el grano.
[Ah, claro, porque sino lo requisaban].
[Benjamín]: Lo decomisaban y encima sanción. Con que bueno, lo dejaron allí, entonces los sitios estaban todos estartalaus, no había sitios buenos pa esto. En la punta del pesebre de las caballerías dejó los sacos y bajarse pa casa.
[Montse]: ¿Otra vez pa casa?
[Benjamín]: Oh, claro.
[Montse]: ¿Sin moler?
[Benjamín]: Sí, sí, sin moler. Dice, dentro de un par de días vuelves a subir a ver si se ha calmau esto. Porque entonces no había teléfonos, ni cuentos ni mandangas. Tenía que ser todo o en persona o carta o…
Con que bueno, a los dos días fue por allí, fue otra vez, alguno de los sacos ya se los habían mordido las ratas…
[Oi, pobrón!]
[Benjamín]: Y bueno, total, que por fin, pues cogieron to lo que encontraron más limpio y lo molieron y bajaron.