Mur Prats, Benjamín . (21/09/2021)
Serena Cereza, Montserrat. (21/09/2021)
[Montse]: Aquí sí te rondaban pero, eran un poco exagerados. No podebas salir, no. Que no n’abeba luz por las calles ni nada. Y claro, entonces, lo que hem dicho antes, no abeba ni arradio, ni hoteles, ni cuentos, pues ellos siempre teniban algo pensau pa junta(r)se. ¡Claro! Y algo que beberían también! ¿no? Pos mira, coger to los carros que trobaban por la calle y tirar-los allá que teniban una balsa que le llamaban el Ballo. Se levantaban la gente… Y los aladros, tú. [Risas]
[Los carros y los aladros].
[Si te faltaba el carro y el aladro ya sabebas…].
[Montse]: Ya sabebas ande tenibas que ir-lo a buscar.
[Benjamín]: Todas las aguas del pueblo se recogían allí. Y allí abrevaban las caballerías y…
[Montse]: Y abrevaban las caballerías y nunca se ponían malas, tú.
[Benjamín]: Bebían más a gusto que en ninguna fuente del monte.
[¡Anda! Aquella agua que…].
[Montse]: Que se recogía de todas las calles del pueblo y iba allí. Y ellos no tenían otra ilusión que hacer eso. ¿Y sabes qué se hacían al final? Porque, claro, se hablaban entre ellos:
―A yo no me jodas, eh! No me veigas a tirar l’aladro que mañana tiengo que levantar-me pronto.
No n’aeba sitios pa… Porque los suelos de las casas todo eran corrales pa los animales y no n’abeba sitio pa meter los aladros ni nada.
[Toz estaban al raso].
[Montse]: ¡Claro! To estaba al raso por las puertas de las casas y así.
―No me jodas, eh? Que mañana tiengo que amadrugar que mi pare m’ha dicho que…
Aunque mientras iban a fer lo del otro, el otro iba por allí y l’en tiraba.