Mur Prats, Benjamín . (21/09/2021)
Serena Cereza, Montserrat. (21/09/2021)
[Montse]: Les has contau cuan ibaz a cazar las fuinas?
[Tamé? Qué posaban, zepos?].
[Montse]: Oh, claro, las fuinas. Pa ganar-se algún dinero
[Benjamín]: Oh, que las fuinas entonces valían dinero, eh? Llegaron a valer hasta tres mil pesetas. Y tres mil pesetas entonces, pesaban.
[Montse]: Tres mil pesetas tos pagaban por una piel?
[Benjamín]: Bueno, empecemos menos, pero a última hora hasta tres mil pesetas llegó a valer. Recién cogidas, le quitábamos la piel y enseguida venía el comprador. Se ve que el comprador ganaba lo que quería. Nos pagaba lo que quería el comprador. No sabíamos nosotros lo que valía! “El Parro” Santaliestra se los llevaba, el padre de estos.
[Las rabosas también?].
[Montse]: Sacaba el dinero y les deziba:
―Bueno ninons, cuánto en queriz d’istas piels? A ver. ―Sacaba un billete― En hai prou?
Ellos no sabían nada…
[Los críos, que eban de saber?].
[Montse]: Qué se habían de saber ellos! Él eba el chicó, los hermanos mayores iban a parar los zepos…
[Benjamín]: Yo tendría doce o catorce años. Ellos paraban los cepos y yo los iba a mirar. Hala, se me pelaban las orejas dos u tres veces en invierno, del frío. Amadrugaba como antes de día porque sino, si caía una fuina y no ibas pronto, se comen la pata y se escapan. Se la comen, eh!