Torres Rubiella, Raquel. (26/07/2021)
Cuan se casaba un viudo, o una viuda, que le feban una enramada los mozos del pueblo, yo d’esto no m’acordo. Se va casar uno de casa El Zapatero con una de Secastilla. Ya eban mayores, ya teneba nietos y to l’abuelo, siño Ramón, y eba vezino de casa mía. De allá, del otro lau, de ane está la telefónica y los columpios. Y, ixo m’acordo, y va dir:
―Ui! Ya pueden preparar vino, tendrán enramada.
Y justo:
―Quí s'ha casao?
―Ramón de la Zapatera!
―Con qui? ―de una punta a punta―.
―Con Cinta la de Marro Secastilla!
Y no sé qué, «catantrín, catantrón»! Venga a estirar cacharros por la calle, asta que va bajar, les va dar torta y una ixo de vino y se’n van ir. D’ixo [...] fa mucha grazia! Esto l’he viviu yo, otra cosa que t’he contau no, pero esto l’he viviu yo porque eba vezino.
[Y les feban esquillada, también?].
Sí, sí, sí. Les feban esquillada.