Como va nazer después de la guerra, pero antes en aeba un cura y un canónigo, viviban en La Puebla. Con las caseras, sí… En aeba un cura y una casera que la casera eba un poco tonteta, y teneban… Pos no sé cómo sería, porque como ha cambiau tanto to, se ve que en aeba en algún sitio en aeba una almendrera, y va subir p’arriba. Y el cura cogeba abajo, y ella tiraba. Y el cura no sé qué le gritaba, y le diba: 

―¡No me grite! Eh? Si no le diré a to’l mundo que duermo con usted!