[Elisa]: Sí, hombre. Hombre el escobar las calles pa recoger el fiemo! 

[José]: La pobre yaya… 

[Elisa]: Pos en aeba sitios que como escobases un trozo calle que no eba tuyo, ya te podebas… Pos no. Eba como robar una cosa… 

[José]: Ya me l’habrás sentiu contar mil vezes… 

[Elisa]: N’aeba gente que se ganaban el jornal así.

[José]:  Tú sabes lo que eba una “agüera”? Una agüera recogeban el agua… En aquel uerté d’Agustín que está igual, en aquella bajada, los de Agustín se giraban, pa parar un poco el agua pa llevar-se-la ta un pozo que teneban allí. La abuela de Agustín. Pero desde arriba desde one n’aeba zemento asta abajo que el ganau se soltaba to los días, y el ganau en cuanto está en la calle ya está cagán. Bueno, ya l’habrás visto, van tener que comprar una máquina pa escobar en Secastilla, no?

[Sí, pero bueno, ahora ya como no pasan guaires...].

[José]: Bueno, pero cuan pasaban era nezesario. Con yaya que en paz descanse, lo que va poder renegar la pobre yaya con nosotros pa fer-mos escobar la calle y espedregar. Cada día que había que escobar la calle y primero espedregar-la, y al día siguiente, piedras otra vez. 

[Elisa]: Claro, porque el ganau las arrastra. 

[José]: Y ala, a escobar y a espedregar otra vez [...]. Pero claro, había que recoger el fiemo.