Cebollero Ciprés, Lorenzo. (16/09/2014)
Este sí. Lo decía mi madre y lo aprendí yo ya de pequeñote.
Se me perdió la cartica coloradica y se la encontró la perrica. Fui a la perrica a que me diera la cartica coloradica y me dijo que no, si no le daba llaves. Le dije que de qué llaves. Me dijo que las del herrero.
Fue al herrero que me diera las llaves. El herrero no me quiso dar llaves si no le daba leche. Le dije de qué leche. Me dijo que de la vaca.
Fue a la vaca que me diera leche, la vaca no me quiso dar leche si no le daba hierba. Le dije que de qué hierba. Me dijo que de la del prado.
Fue al prado que me diera hierba. El prado no me quiso dar hierba si no le daba agua. Me dijo que de qué agua. Me dijo que la del cielo.
Fue al cielo que me diera agua. El cielo no me quiso dar agua si no le daba plumas. Le dije que de qué plumas. Me dijo que las del aguila.
Pues fue a la aguila que me diera plumas.
La aguila me dio las plumas, las plumas l’en di al cielo, el cielo me dio el agua, el agua l’en di al prado, el prado me dio la hierba, la hierba l’en di a la vaca, la vaca me dio la leche, la l’en di al herrero, el herrero m’en dio las llaves, las llaves l’en di a la panareda, la panadera me dio el pan, el pan l’en di a la perrica y la perrica m’en dio la cartica coloradica.