Sanz Gros, Laura. (04/04/2021)
En la Calle de Alfós, n’aeba una casa muy gran, casa Gúdel, cuan yo m’acordo ya estaba medio… Parte de ella estaba caída. Pero en ixa casa en aeba pisos, y habían viviu gente. Sebastiané, [...] habían viviu allí. Y mia si habían viviu allí, y una vezina de mamá, esta que te digo yo que le feban miedo con el agua en una zesta, y el catre en llamas y por ahí… Y el ome de… Qué era que le diban… Ixe no m’acordo. Que le diban otra cosa y ya la tenibas corrén, a la pobre, a la pobre Mercedes, como una galga. Pos un día, va ver al cura, que viviba un cura en un piso, y como estaban los escusaus afuera, pos el va ver que entraba en el escusau. Claro, iba con sotana y to, entonces eba lo que [...].
―Oiii mamá! Oi mamá! ―Fíjate tú las estos que n’aeba―.
―Qué pasa ‘ja mía, qué pasa? Pos que ha pasau?
―Oi, mamá, pos que el cura de “Chabachané” ―en vez de “Sebastiané”, no saeba dir-lo claro, era chiquirrina, choveneta― pos que el cura de Chabachané caga!
Se pensaba que no iban al váter! Y yo le n’había sentiu contar a mama más d’una vez. Dice:
―Fíjate tú, ane pisaba la pobre ignoranzia…!