Badía Buil, Ester. (19/04/2021)
[Ester]: Pa la lejía, sabes con qué se meteba? Cogebam zeniza, y con la zeniza esa, pos era la lejía.
[Teneban un cuezo alto… Pa fer la colada?].
[Ester]: Claro!
[Que teneba un foradé abajo?].
[Ester]: No, no, no. Nosotros no, agujero ninguno. El cuezo, y después meter allí la ropa pa cuenta lejía, se hacía la esto, y au!
[Y quedaba ben, la ropa?].
[Ester]: Blanquísima!
[José]: Blanquisma!
[Ester]: Desfebas la zeniza, y te quedaban las manos así… Igual que la lejía… finas, finas, finas! Pos ponías allí la ropa y la sacabas…
[José]: Y farsas, tamé ponían. Raíces, no t’acuerdas?
[Ester]: De qué?
[José]: De farsas. De las matas esas grandes que se hacen po’l campo!
[Ester]: Sí.
[José]: Aquella [...]. Yo m’acordo de traer a casa, y mi madre la partía a trozos, y la ponía en el agua y después con aquello lavaba.
[Y la lejía, la guardaban luego? Ese agua? Pa los suelos].
[Ester]: Ah, no. No ves que entonces, al menos en casa mía, mosaico no n’abeba.
[Sin identificar]: Zemento fino.
[Ester]: Pos eso, el zemento fino en la cozina y esto, zemento fino per arriba, era de grava. Pa la cozina a lo mejor sí, que se guardaba, perque oye, l’agua la tenibas como agua bendita.