Supremo Dios y Señor,
fuente de todo consuelo:
remediadnos, Rey del cielo,
Jesús, nuestro Salvador.
Remediad nuestros dolores
por el santo nacimiento,
de donde a los pecadores
nos vino sumo contento:
por ver que nace en el suelo
Dios, a fuerzas de su amor.
Remediadnos…
Remediad por los misterios
de vida, muerte y pasión,
y que vengan los remedios
de vuestra Resurrección;
de la Ascensión el gran vuelo
nos derrama gran fervor.
Remediadnos…
Remediad por la ternura
con que nos favorecisteis,
pues en la noche más dura
vuestro cuerpo concedisteis:
que recibido por celo
vida preste al pecador.
Remediadnos…
Remediad, que otro motivo
tenemos muy excelente,
pues retrata muy al vivo
esta montaña eminente
las glorias que con desvelo
mostrasteis en el Tabor.
Remediadnos…
Remediad, pues tal traslado
en este monte gozamos,
que en un templo bien formado
vuestra imagen veneramos,
que presta todo consuelo
de su rostro el resplandor.
Remediadnos…
Remediad, por el más raro
que se ha visto de portentos,
el aceite que tan claro
mana con sudores lentos,
a ocupar de un vaso el suelo
sin humano provisor.
Remediadnos…
Remediad, pues, la vasija
que tan santo licor tiene,
quebrada se ve y muy fija
por remedio del que viene:
quita todo desconsuelo,
pues solo Cristo es su autor.
Remediadnos…
Remediad, pues de los males
se libran los que os invocan
de hechizo, y los naturales
con tan santo aceite aflojan,
si con fervor y con celo
lo esperan del Bienhechor.
Remediadnos…
Remediad a los vecinos
del Cinca y de sus riberas,
de Ebro, Segre y los caminos,
que os aclaman muy de veras:
los Monegros, gran anhelo,
Urgel ofrece su ardor.
Remediadnos…
Remediad y dad contento
a los de esta soledad,
pues gustáis sea en convento
de la Santa Trinidad;
redentores sin recelo
quisisteis vos, Redentor.
Remediadnos…
Pues admira vuestro amor
quien mira este montezuelo.
Remediadnos, Rey del cielo,
Jesús nuestro Salvador.
Festividad del 6 de agosto. Texto de don Francisco Castillón Cortada, párroco de Zaidín.