Iglesia de nave única rematada en ábside semicircular, con un campanario construido sobre la misma, que ocupa la zona de los pies. Es una construcción de piedra sillar de mediano tamaño, más cuidada en la parte baja de los muros laterales y en el ábside. Este último es liso, sin decoración, y está horadado por un pequeño vano abocinado, en arco de medio punto, situado en su eje; estrechos canecillos lisos soportan el alero sobre el que descansa el tejado de losa.
Hay una diferencia de altura considerable entre el ábside y la nave, que parece haber sido recrecida ya en época medieval; probablemente se sustituiría entonces una primitiva cubierta de madera por otra abovedada. En esta parte recrecida, que se advierte también por el cambio de material constructivo, se abrieron tres ventanitas en el muro sur, también de medio punto y abocinadas, como la del ábside. En este mismo muro, hacia la zona de los pies, se encuentra la portada, muy sencilla, en la que un arco de medio punto peraltado cobija un tímpano apoyado sobre dos ménsulas. El tímpano está decorado con un crismón trinitario de seis brazos.
La torre se alza sobre la mitad occidental de la nave. Ancha y de poco desarrollo en altura, es un añadido del siglo XVII, realizado en mampostería. Presenta dos vanos alargados, de medio punto, para las campanas y el tejado, a dos aguas, descansa sobre un breve alero con canecillos.
El interior es absolutamente sobrio. En una restauración reciente (segunda mitad del siglo XX) se dejó la piedra a la vista y se sustituyó el suelo de madera por otro de losa. La bóveda de la nave, muy rebajada, de escayola, también es moderna. Hacia el centro de la nave hay un grueso arco fajón que probablemente se añadió en el siglo XVII como refuerzo para el peso de la torre dispuesta en esta zona. El tramo de los pies, donde en otro tiempo hubo un coro en alto, se cubre ahora por un cielorraso. El ábside y el presbiterio mantienen su abovedamiento original, de cuarto de esfera y de medio cañón, respectivamente. Una moldura de perfil recto señala, en estos dos espacios, la línea de impostas.
La iglesia conserva una pila bautismal de piedra, en forma de copa cilíndrica bastante profunda, sin decoración.