En origen se trataba de una iglesia románica de una nave, con cabecera semicircular orientada el este, realizada en sillarejo. La reforma de finales del siglo XVI supuso el añadido de una nave por el costado sur, una pequeña capilla cuadrangular en el norte y una torre de planta rectangular (con su eje mayor transversal al de la iglesia) a los pies de la nave central. Los elementos añadidos están realizados en mampostería careada, dispuesta en hiladas regulares.

En el exterior el edificio produce la impresión de agregado de volúmenes muy diversos. Destacan varios elementos. En primer lugar el semicículo absidial, con una vano central, aspillerado, en arco de medio punto y con derrame interno. También, los canetes que sostienen la cornisa de época románica; tienen sección de cuarto de círculo y todos ellos, salvo dos, carecen de decoración; estos presentan un rectángulo en resalte ocupando la parte cóncava del canete.

La iglesia tiene dos puertas de acceso, ambas situadas en la nave añadida en el siglo XVI. Una de ellas se encuentra en la cabecera, abierta en arco de medio punto sobre ménsulas salientes y jambas ligeramente retranqueadas que aumentan la anchura del vano. La puerta principal se encuentra en la parte central del muro sur. Está precedida por un pórtico cuadrangular, abierto por el frente en arco rebajado y por los laterales en arcos escarzanos rebajados. La portada es en arco de medio punto, con una triple arquivolta sobre columnas de tosca factura y relieve en la clave. Sobre ella hay un escudo con un agnus dei y la fecha de 1590.

Al interior, ambas naves están separadas entre sí por un gran arco de tres centros. La lateral cubre con forjado encalado a un agua, y la central con el forjado visto de madera a dos aguas. La cabecera está cubierta con bóveda de cuarto de esfera, con clave decorada con una cruz incisa. La parte románica está recorrida a la altura del arranque de la bóveda por una imposta, que presenta en los extremos de la cabecera dos motivos decorativos en forma de bola.