La iglesia se encuentra junto al costado sur de la torre fortificada de Villacampa, con la que se comunicaba a través de un pasadizo cubierto que desemboca en la cabecera de la iglesia.
Es un edificio de planta rectangular, con cabecera recta orientada al este, y la sacristía y una pequeña capilla sobresaliendo por el lado de la Epístola. Está realizada en sillarejo, que en algunos paños de la nave presenta una irregularidad más acusada.
Su exterior es de una gran sobriedad, pues carece de cualquier elemento decorativo. La espadaña destinada a albergar un par de campanas, los volúmenes salientes de sacristía y capilla, un contrafuerte en la esquina de los pies y la puerta de acceso, todos ellos en el lado de la Epístola, son los únicos detalles destacados.
La puerta, muy próxima a los pies, es un vano en arco de medio punto, compuesto por dos únicos segmentos de similar longitud; apea en salmeres moldurados que, junto con las características del arco, parecen indicar una cronología relativamente tardía.
Su interior está compuesto por una sola nave y una cabecera recta, ligeramente más estrecha y baja. La cabecera se cubría con bóveda de medio cañón, que todavía se conserva parcialmente y debía ser similar a la desaparecida cubierta de la nave.
En el lado de la Epístola, inmediata a la cabecera, se abre en arco de medio punto la embocadura de una pequeña capilla, poco más que un arcosolio, cubierta con bóveda de cañón.
Los únicos elementos destacables que se conservan en la cabecera son dos puertas: la del lado del Evangelio servía como salida al pasadizo que comunicaba la iglesia con la torre; la opuesta da acceso a la sacristía, un estancia de planta rectangular.
La espadaña, situada sobre el muro sur, presenta dos aberturas gemelas en arco de medio punto para campanas y remate superior en ángulo.