Se sitúa en las proximidades de la casa a la que pertenece, por la parte trasera, con una zona llana ante su fachada que pudo ser utilizada como era.

Es una interesante y voluminosa construcción de dos pisos y planta rectangular. Está elevada en mampostería de arenisca muy irregular, cuyas piezas más grandes y regulares se reservan para las esquinas, y cubierto con losa a cuatro aguas.

El elemento más destacado es la rampa de acceso a la segunda planta, en la fachada. Se trata de una rampa escalonada con pavimento de piedra, delimitada por muros del mismo material; en la zona más próxima a la borda está horadada en su parte inferior por un gran paso abovedado con medio cañón rebajado que sirve como acceso desde la casa a los campos del otro lado, de forma que una gran parte de la rampa es volada.

En sus paramentos se abren numerosos vanos, todos ellos adintelados.

En el frente, donde se sitúa la rampa, hay sendas puertas en cada uno de los pisos, ambas adinteladas con viga de madera. Junto a la superior de ellas, una ventana, con dintel monolítico.

En el paramento lateral se disponen de forma regular dos ventanas por planta, que, como la anterior, probablemente fueran abiertas durante la reforma del edificio, a pesar de su aspecto rústico.