Se encuentra junto al barranco situado debajo de la Ermita de la Virgen de la Isuela (o
Ixuala), en una zona de laderas muy pendientes que permiten que el agua adquiera la fuerza necesaria para mover el rodete.
El molino toma el agua del río La Nata de donde se desviaba por la orilla izquierda, conservándose algunos cantos rodados colocados como embocadura de la acequia, excavada en la tierra unos 50 m., que desciende conservando restos de una tajadera de madera para desaguar o desviar el agua. Próximo al molino, cuenta con restos de otra tajadera para crear un pequeño salto para hacer mover un pequeño rodete formado por sus álabes por placas de metal, conservadas aún en el molino, que hacía mover una muela de amolar segaderas. La acequia desemboca en un canal de madera, apoyado sobre piedras que se estrecha poco a poco, realizado con tablas de caixigo negro, de una longitud de unos 5 m.. Se trata de un sistema de canal abierto poco habitual y del cual quedan muy pocos restos, que desemboca, a través del saetín, dentro del cárcavo. El sistema de alimentación del molino, a base de una conducción de madera que aprovecha la pendiente del terreno, es muy poco habitual en la provincia; el único molino que dispone de un sistema similar es el de Ainielle.
El molino es un edificio de planta rectangular, con muros de mampostería y cubierta de loseta. Es de dos plantas, en la inferior de las cuales se encuentra el cárcavo con embocadura semicircular e interior abovedado donde todavía se conserva el rodete, y en la superior la sala de moler, con la maquinaria bastante completa y la muela dispuesta sobre estrado elevado en mampostería.
Es un molino de una muela, conservándose casi integro. En su interior la muela se sitúa sobre un banco, delimitado por diversos troncos relativamente escuadrados. Sobre él se conservan las dos muelas, la volandera y la solera, así como el encajonado circular y la tolva o gruenza, también de madera y sostenida por una viga vertical. Junto a las muelas está el aliviador. Dentro del molino se amontonan gruesos troncos. A pesar de la falta de una balsa, o tal vez por ello, por ser de canal abierto, el molino molía una carga.
El cárcavo es, de perfil triangular, algo muy poco común, así como el sistema de traveseros que permite utilizar el remo para tapar el cauce de la canal. Rodete, árbol y aliviador, así como el remo y sus piezas, todas son de madera, cubiertas de tosca. El rodete presenta las álapas muy deterioradas. El cercillo que lo rodea parece ser de madera, no metálico como es común, aunque el árbol sí se refuerza con cercillos metálicos.
(Gran parte de la información ha sido extraída del trabajo inédito de Manuel López Dueso titulado Patrimonio etnográfico de la Fueva: descripción e inventario de los molinos del término municipal y propuestas para su recuperación, realizado para el Ayuntamiento de La Fueva.)
Arquitectura popular de la zona: muros de sillarejo ligeramente escuadrado y techumbre de loseta.