Descripción
Construcción popular moderna en piedra, con aspecto de refugio y techo en arco. Se erige junto al lugar donde estuvo hasta el siglo XIX la ermita original.
Junto a la puerta una placa reza PLAN. DºE.G.Y Dº.A.R. AÑO MCMLXXIV. En la pared opuesta aparece una hornacina abierta hacia el exterior para alojar esporádicamente alguna imagen. A su lado se encuentran las casi inapreciables ruinas de la vieja ermita, totalmente ocultas por la vegetación.
Construcción popular moderna
Bibliografía
-
Ermitas de Sobrarbe. Aínsa: Mancomunidad de Sobrarbe, 1998.
-
LAGLERA BAILO, Cristian. Inventario de las ermitas de Huesca: Tomo III. Ermitas de Sobrarbe y Somontano de Barbastro. Huesca: Pirineo, 2018.
-
Taller de empleo 2002-2003. Aínsa y Sobrarbe: Historia, tradición y fiestas populares. Huesca: Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe, 2009.
Datación e historia del bien
RECONSTRUCCIÓN
Edad Contemporánea-S. XX-1974
Se realizó una nueva construcción en las proximidades de las ruinas de la iglesia original, que había sido destruida durante la Guerra Civil.
RESTAURACIÓN
Edad Contemporánea-S. XXI-2001
Tradiciones
La Virgen se apareció en este paraje a un joven pastor lladado Pascual sobre un acebo y le pidió que bajara a Plan y dijera que la Virgen le había dicho que quería que edificaran una ermita en ese lugar.
Cuando los vecinos de Plan subieron a este paraje, encontraron la imagen de la Virgen en el tronco del acebo y la cogieron con el propósito de llevarla al pueblo.
Durante el camino, pararon a beber agua, y la imagen desapareció. Volvieron hacia atrás hasta la Collada y encontraron la imagen en el acebo. Probaron varias veces a trasladar la imagen y en todas ellas volvió al acebo. De este modo comprendieron que el deseo de la Virgen era que edificaran allí el templo.
La autora chistabina Nieus Luzía Dueso recogió este interesante relato transmitido por tradición oral:
Cuando la Virgen se le apareció a Pascualet sobre el acebo le pidió que construyeran una ermita y colocaran una imagen suya fabricada con un tronco de bucho que ella misma indicó.
Los vecinos cortaron el bucho para que se secara, antes de encargar la imagen.
Al llegar la primavera acudieron al lugar para recogerlo y lo encontraron junto al acebo (que todavía conservaba la marca de que la Virgen había estado sentada sobre él).
Al intentar mover el bucho comprobaron que pesaba muchísimo, y que no eran capaces de moverlo.
Sin embargo, un día, cayó una gran tormenta que arrastró el tronco. La gente lo siguió y comprobó que tras caer por la AigUeta de Barbaruens y llegar al Ésera, se paró en Santaliestra. Allí cerca había un monasterio de monjes con fama de buenos artesanos, conocido como Monasterio d'Esbú y los de Plan entregaron el tronco de bucho para que lo tallasen.
Cuando tuvieron la imagen, la llevaron de nuevo a La Collada para venerarla.