Descripción
Se encuentra en la zona más elevada del núcleo, en el lugar donde se situaba el hoy prácticamente desaparecido castillo, estando probablemente protegida por el perímetro amurallado del mismo.
Tenía adosada la casa abadía, hoy desaparecida, por su costado N. Al otro lado tiene el cementerio, en cuyo muro se conserva la puerta original, hoy cegada, en arco de medio punto con grandes dovelas de arenisca.
Se trata de un edificio cuyo aspecto actual es fruto de varias ampliaciones y que presenta, en su concepción y elementos estructurales originales, ciertas similitudes con la cercana iglesia de Bellestar, presentando las mismas dudas respecto a su datación y, probablmente, la misma solución a estas (aunque Iglesias Costa data la iglesia de Bellestar en el siglo XV y la de Benavente de orígenes románicos muy modificada en el XVI).
Es un edificio que en origen tuvo planta de cruz latina, con nave única, cabecera plana orientada al E y dos capillas laterales a modo de crucero, a las que se añadieron posteriormente dos nuevas capillas hacia los pies del edificio y una sacristía cuadrangular junto a la cabecera.
El aparejo exterior muestra claramente estas distintas fases constructivas, siendo un ejemplo la fachada. La obra original estaría realizada en sillares dispuestos en hiladas regulares, mientras que la nueva obra sería en mampostería (parte inferior y superior de la fachada).
La puerta de acceso se encuentra a los pies. Es en arco de medio punto, en cuyo intradós se colocó con posterioridad un boloque de arenisca tallado en forma de arco rebajado.
Al interior la nave se divide en 3 tramos, separados por arcos fajones apuntados que apean en ménsulas voladas y se cubre con bóveda de cañón apuntado. La cabecera lo hace con crucería simple, con clave decorada con relieve policromado que representa a Santa Ana con la Virgen y el Niño y recuerda a algunos de los relieves de las claves de la iglesia de Bellestar. Las dos primeras capillas de la nave son también similares a la del evangelio de Bellestar, con embocadura en arco apuntado y bóvedas de crucería cuyos nervios apean sobre ménsulas voladas. Las dos capillas de los pies son más modernas, como puede verse por el paramento recientemente repicado (aquí mampostería, frente a los sillares de las dos más próximas al altar), abriendo en arco de medio punto y con cubierta de bóveda de cañón.
Hay coro alto a los pies, que parece obra tardía.
La sacristía se encuentra en el costado N de la cabecera. Es una sala cuadrangular sin interés arquitectónico
La torre se encuentra a los pies y por el aparejo de la parte superior parece coetánea a las capillas de los pies (o, al menos, posterior a la obra original). De gran esbeltez, consta de dos cuerpos separados por imposta, en el superior de los cuales se abren vanos de medio punto para campanas, y remate mediante chapitel piramidal. En los cuatro ángulos de su parte superior hay gárgolas con figuras animales.
Fuente
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PUYOL IBORT, Marta et al. Inventario de patrimonio arquitectónico de Sobrarbe y Ribagorza. Inventario inédito, CEDESOR (Centro de Desarrollo de Sobrarbe y Ribagorza), 1999-2001.
Bibliografía
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NAVAL MAS, Antonio. Patrimonio emigrado. Huesca: Publicaciones y Ediciones del Alto Aragón, 1999.
Síntesis histórica
A pesar de las aseveraciones de Manuel Iglesias (1998) no se aprecian en la iglesia vestigios de un posible origen románico, sino un edificio del siglo XVI con algunos detalles arcaizantes que remiten a siglos anteriores. Probablemente, como en el caso del vecino Bellestar, la pertenencia del lugar a la familia Bardají, documentada sin dudas a partir del siglo XVI podría explicar la construcción de esta iglesia, siendo ambas coetáneas.
Tanto las capillas de los pies como la torre pudieron elevarse en el siglo XVIII. Según una noticia recogida por Castillón Cortada, en 1758 se levantó un altar dedicado a San José, hecho que puede corresponder a un momento inmediatamente posterior a la ampliación.
Datación e historia del bien
CONSTRUCCIÓN
Edad Moderna-S. XVI
GÓTICO TARDÍO
Tradiciones
Las advocaciones de los altares secundarios fueron cambiando a lo largo del tiempo. En 1637 la iglesia contaba con altares dedicados a Santa Ana, San Mauricio y la Virgen del Rosario. En 1735 estaban dedicados Santa Teresa, Santo Cristo y Virgen del Rosario, elevándose en 1758 el de San José.