Es una iglesia de una nave, con cabecera semicircular, dos capillas laterales en el lado del Evangelio y una en el de la Epístola, más una sacristía de planta cuadrada adosada a la cabecera por su lado sur.
Está construida con mampostería muy irregular y, en general, de gran tamaño, que se encuentra parcialmente enclada, tanto al exterior como al interior.
Al exterior destacan, en la parte superior del ábside, una banda de arquillos de medio punto de tradición lombarda y, sobre ella, un friso decorativo de esquinillas. Asimismo, en el ábside, ligeramente descentrada, se abre una pequeña ventana adintelada con derrame al exterior.
La puerta se abre en la parte central del lado sur. Presenta tres gruesas arquivoltas muy molduradas mediante una sucesión de medias cañas y baquetones. Asimismo, son llamativas tres pequeñas cabezas esculpidas en piedra en el trasdós de las mencionadas arquivoltas, dos de ellas a modo de ménsulas de apeo y una tercera coronando su parte superior. Bajo las dos primeras hay esculpidas sendas cruces de piedra.
Por el interior, la nave se cubre con bóveda de medio cañón (ligeramente más baja en la zona de los pies sobre la que se sitúa la torre), que se prolonga en el presbiterio; las tres capillas también disponen de cubiertas de medio cañón. La cabecera se cubre con bóveda de cuarto de esfera.
Tiene coro alto a los pies. La sacristía se abre en un costado de la cabecera, mediante un acceso adintelado.
La torre se sitúa sobre el coro. Es de dos cuerpos desiguales, un vano para campanas en arco de medio punto en cada uno de sus lados y cubierta con casquete semiesférico.
Asimismo, en el interior destacan una pila bautismal semiesférica con decoración incisa avenerada y una pequeña pila de agua bendita con una mano en relieve esculpida en su parte inferior, según una tipología muy frecuente en el valle de Benasque; en el borde de esta pila aparece incisa la fecha de 1625.