La iglesia parroquial de San Martín es un edificio de origen románico de finales del siglo XII que fue reformado y ampliado durante los siglos XVI-XVIII. La primitiva iglesia románica sería una construcción de fábrica de sillería, de planta rectangular con nave única y ábside semicircular orientado al este. En los siglos XVI-XVII sus muros fueron recrecidos en altura y anchura, construyendo en ladrillo una galería de arquillos de estilo aragonés que recorre todo el perímetro de la iglesia excepto la torre. En este momento se edificó la nueva portada de acceso, se recreció el ábside, se añadieron dos naves laterales con capillas intercomunicadas por arco diafragma y se dispuso el coro alto a los pies del templo. La sacristía ubicada en el ángulo sureste, al lado de la cabecera, sería un añadido del siglo XVIII, conservándose en uno de sus sillares la inscripción AÑO 1766.
La monumental portada plateresca se sitúa a los pies del templo en el muro meridional. Consta de dos cuerpos y abundante decoración. El arco de medio punto de la entrada está formado por dos arquivoltas con cabezas de ángeles alados en altorrelieve ocupando cada una de las dovelas. En la clave resaltada se encuentra la escultura de una Virgen con niño a los que les falta la cabeza. El arco termina en impostas molduradas y decoradas con triglifos que se apoyan en jambas cajeadas con motivos decorativos en su interior. Se aprecian flores, jarrones y figuras de ángeles aunque este parte de la portada es la más deteriorada por la erosión de la arenisca. El intradós del arco está dividido en casetones decorados con motivo floral en su interior. El arco está flanqueado por dos columnas abalaustradas, con perfil de candelabro, decoradas con drapeados, jarrones y acanalados. En las enjutas del arco aparecen dos ángeles músicos en altorrelieve y en el centro hay dos cartelas a modo de “tabula ansata” con la inscripción AMDL (Año 1550). Sobre las columnas se sitúa el entablamento clásico formado por un arquitrabe moldurado, friso decorado con motivos de tallos vegetales y cornisa con molduras de ovas y dardos, dentículos y hojas. En el segundo cuerpo, sobre el entablamento, se dispone la hornacina de forma rectangular que preside la portada y que contiene la talla de Cristo en la cruz. Está flanqueada por dos pilastras de fustes cajeados con decoración a candelieri, que sostienen un segundo entablamento donde se repite la secuencia de ovas y dardos, dentículos y hojas. La hornacina se cierra con un motivo avenerado. Situados simétricamente a ambos lados de la hornacina hay adornos con motivos vegetales a modo de roleos.
La torre, exenta por tres de sus lados, se sitúa en el ángulo suroeste de la fachada, a los pies del templo. Está compuesta por un cuerpo de planta cuadrada de sillería de época románica y por otro octogonal de ladrillo añadido posteriormente de influencia mudéjar. En la parte superior del primer cuerpo se abrieron unos vanos geminados de medio punto que se apoyan en dobles columnas cilíndricas de fuste liso y capitel. El cuerpo superior, situado sobre un alero dispuesto sobre canecillos lisos, tuvo que ser reforzado por contrafuertes de ladrillo. En él se abren cuatro vanos en la parte baja del paño, alternando con ocho de menores dimensiones en la parte alta, flanqueados por pilastras. La torre se remata con un tejado a modo de chapitel octogonal cubierto por teja árabe.
En el interior la nave central está cubierta con bóveda de cañón dividida actualmente en dos tramos mediante arcos fajones que descansan en columnas adosadas, y la cabecera es plana al interior y está cubierta con bóveda de arco rebajado. Las dos capillas laterales del lado de la Epístola, comunicadas entre sí por arco diafragma, se cubren con bóvedas estrelladas y la situada a los pies lo hace con cúpula sobre pechinas. En el lado del Evangelio una de las capillas se cubre con bóveda estrellada y la otra tiene cúpula gallonada, con linterna y cimborrio octogonal al exterior. La iglesia cuenta con dos sacristías, la más antigua situada al lado izquierdo del altar mayor se cubre con bóveda de crucería gótica con clave decorada, y la sacristía del siglo XVIII, en el lado de la Epístola, tiene bóveda esquifada con lunetos. El coro está a los pies del templo, en alto sobre forjado de madera, y cuenta con una balaustrada en yesería realizada según la técnica del gótico tardío-mudéjar, con un pretil dividido en cuatro paneles separados con pilastras con decoración de calado geométrico, los dos centrales con motivos flamígeros encerrados en círculos, sobre los que se dispone un friso de tacos.