La iglesia parroquial de Santa Cecilia es un edificio de origen románico de finales del siglo XII con reformas posteriores, construido en sillería, de planta rectangular con nave única, cabecera semicircular orientada al este y torre que destaca en planta en el ángulo noroeste.

La entrada situada en el muro meridional fue rehecha posteriormente y sobre ella se coloca un óculo de iluminación. La portada es de arco de medio punto dovelada. Las dovelas y los sillares de las jambas tienen unos grabados incisos donde aparecen figuras de animales (ciempiés, escorpión, gusanos, aves, etc.) y otros símbolos de difícil interpretación. Hay un grabado que muestra una mano llagada con el detalle de las líneas de la palma y tres bubas o pupas junto a una cuchara que han sido interpretados con exvotos. En la ermita de Nuestra Señora de Bureta de Fañanás también hay grabadas manos y figuras de animales en las dovelas del arco de entrada. La torre se encuentra a los pies del templo. Está construida en sillería y recrecida posteriormente en mampostería en hiladas regulares en la parte superior. Es de un solo cuerpo y está rematada por una espadaña con doble ojo en arco de medio punto donde se sitúan las campanas. Adosado al lienzo occidental de la misma, queda el arranque de un arco apuntado, quizá parte de una bóveda de estructuras adyacentes ya desaparecidas. En el exterior del templo recios contrafuertes modernos contrarrestan la divergencia de los muros. Dos de los contrafuertes están situados en el muro sur y otros dos en el norte. En el lado norte queda un sepulcro bajo un arcosolio en arco apuntado y, sobre él, en la parte superior del muro un par de canecillos decorados. Hay dos canecillos historiados, muy deteriorados, en la zona de la cabecera.

En el interior la nave central se cubre con bóveda de cañón apuntado y queda dividida en cuatro tramos mediante arcos fajones apuntados que apean en pilastras a través de imposta biselada. El templo cuenta con un amplio presbiterio con dos capillas laterales cubiertas por bóveda apuntada y un ábside cubierto con bóveda de cuarto de esfera. En la zona de la cabecera se conservan capiteles historiados en las columnas del presbiterio con escenas de adulterio o avaricia y del juicio de las almas. Toscamente labrados aparecen en uno dos demonios agarrando a un hombre y a una mujer que lleva un niño en su seno mientras otra mujer llora en el extremo. En el otro capitel unos ángeles pesan el alma de dos hombres, mientras un demonio tira de uno de los platos de la balanza.