Se trata de un conjunto de planta cuadrangular en torno a un patio central, con la iglesia de San Miguel adosada por una de sus esquinas. Dos de los brazos del edificio se prolongan por la parte trasera creando un espacio a modo de patio abierto ante la huerta. Todos los cuerpos construidos constan de dos pisos más falsa.

Está realizado en tapial, con cadenas de refuerzo de ladrillo, y cubierto con teja.

La fachada principal es muy sencilla, articulada por una hilera de ventanas adinteladas en cada una de las plantas, entre las cuales se disponen anchas cadenas de ladrillo. En la parte central se encuentra la puerta, un vano en arco de medio punto realizado en ladrillo, sobre el que se dispone el escudo del canónigo Jerónimo Ribera.

La fachada a la huerta, en el patio abierto de la parte trasera, es más elaborada, pues en su planta baja presenta una sucesión grandes ventanas enterizas en arco de medio punto, mientras que en la superior animan su superficie parejas de ventanas abiertas entre cadenas de ladrillo.

Por lo que respecta a la distribución interior del conjunto, en el cuerpo de fachada se encuentran, por el lado más próximo a la iglesia, la portería, el torno y los locutorios; en lado opuesto, dividido en dos pisos, se encontraba la casa de los mandaderos.

En el cuerpo norte se dispone la escalera principal, adosada a la iglesia por la parte de los pies.

En el ala oeste están situadas las denominadas procuras, o despensas, construidas a finales del siglo XIX.

El piso superior de todas las alas, aunque ligeramente transformado en la actualidad, en origen estuvo destinado íntegramente a celdas.

El patio interior, conocido como "luna", es un espacio muy sencillo, totalmente carente de decoración.