El puente sobre el río Guatizalema en el antiguo camino de Arbaniés se alza a 11 m de altura sobre las aguas del río aprovechando un ligero encajonamiento del mismo. Se trata de un puente de pequeñas dimensiones, pero de gran interés, por conservar intacta la obra medieval con un único añadido reciente en los pretiles, perfectamente distinguible por estar lavado con cemento. El puente está construido en sillares y se compone de un único ojo en arco apuntado, formado por dovelas de talla cuidada, de 9,50 m de luz que arranca sobre la roca arenisca. Bajo el arranque del pretil presenta una hilada de sillares resaltada en ángulo, a modo de cornisa decorativa. El pretil original, de unos 70 cm de altura, es también de piedra, aunque de apariencia mucho más tosca que la de la obra estructural. El tablero, con un leve ángulo en la parte central, tiene 2 m de anchura y conserva algún tramo empedrado. Los estribos arrancan directamente de la roca de las márgenes del río. En sus sillares hay marcas de cantero. Presenta similitudes con los puentes de Junzano y Lascellas, ambos sobre el río Alcanadre y de cronología contemporánea a este.