La iglesia parroquial de San Miguel es un edificio del siglo XVI que fue reformado y ampliado en época barroca, de planta rectangular de una sola nave con capilla a cada lado, cabecera plana orientada al este y torre adosada al edificio por el lado del Evangelio que sobresale en planta en el ángulo noroeste. Al exterior, la obra es de piedra arenisca, aunque la capilla barroca, la cabecera y el atrio de acceso, situado a los pies y de construcción reciente, son de ladrillo.
En el lado del Evangelio, junto a la base de la torre, se encuentra el acceso original del siglo XVI, que está cegado. La antigua portada se abre en arco de medio punto enriquecido con finas arquivoltas semicirculares que apean en baquetones de capiteles y basas poligonales. La entrada actual de la iglesia se abre a los pies del edificio y es un pórtico semicircular de ladrillo añadido en época moderna.
La torre campanario se localiza en el ángulo noroeste y es un añadido dieciochesco realizado también en piedra, excepto el último cuerpo que es de ladrillo y posterior. Posee tres cuerpos separados por cornisas, el primero muestra los ángulos cóncavos y vanos rectangulares; en el siguiente, destinado a campanario, los chaflanes son rectos y están flanquedos por pilastras con capiteles de palmetas, los vanos son de medio punto y, bajo ellos, aparecen óculos decorados con palmetas, tornapuntas y veneras alrededor; el último es octogonal, con decoración de rombos y óculos, todo de ladrillo. El 9 de abril de 2009 parte de la torre se derrumbó y ha sido restaurada.
En el interior de la iglesia la única nave se encuentra dividida en tres tramos. El presbiterio está señalado en planta y consta de dos tramos, el primero con la misma anchura que la nave y, a continuación, la cabecera, más estrecha, de testero recto. Las cubiertas de todos estos espacios son de bóvedas de cañón con lunetos y corresponden a la reforma llevada a cabo en 1704. Los arcos perpiaños que dividen la bóveda apoyan en pilastras muy sencillas sobre las que discurre una cornisa. Otra cornisa recorre la cabecera, en cuyos laterales se abren vanos adintelados. Asimismo aporta iluminación natural el óculo situado en el muro del hastial.
Dos capillas se abren a ambos lados del primer tramo de la nave. La del lado de la Epístola, dedicada a la Virgen del Carmen, es de estilo gótico tardío y correspondería al templo del XVI, aunque tal vez fuese un poco posterior a la edificación del mismo. Se cierra con bóveda de terceletes de nervios combados y claves decoradas con motivos florales y piña pinjante en la central. El cornisamiento que la recorre es posterior, pero los restos de pintura que conserva son originales. La capilla del lado del Evangelio es barroca, está algo deteriorada y se cubre con cúpula sobre pechinas profusamente adornada en estuco, a base de medallones ovalados donde aparecen los bustos de San Juan Evangelista, San Andrés, ¿la Virgen o la Verónica? y ¿San Juan Bautista?, motivos vegetales de hojas carnosas, frutos, guirnaldas, flores, veneras y cabezas de angelotes. También quedan restos de ornamentación mural de esgrafiados con roleos blancos sobre fondo negro.
Hubo otras capillas abiertas en los muros, muy poco profundas, que desaparecieron, al igual que el coro alto de los pies. A la derecha del presbiterio se encuentra el acceso a la sacristía. Se trata de una doble estancia. La primera sala es rectangular, con techo plano, donde aparece pintura mural representando a un angelote entre nubes dentro de un medallón y roleos en los ángulos, mientras que en las paredes hay cortinajes y una máscara, localizada sobre el arco de acceso a la segunda sala. También se ha conservado un lavatorio adosado al muro, realizado en estuco, con nicho de perfil mixtilíneo y remate avenerado. La sala contigua es también rectangular y se cubre con bóveda estrellada, que presenta claves de motivos florales y piña pinjante central en unas nervaduras redecoradas en época barroca. En cuanto al ornato interior de la iglesia, el repinte actual oculta la decoración mural original. La pila bautismal es del siglo XVIII, con pie cilíndrico y copa decorada con estrías, flores en cajas en su parte media y molduras en la base.