La iglesia parroquial de Huerto esta ubicada en la zona más baja de la localidad.
De grandes proporciones, es de nave única dividida en tres tramos y cabecera poligonal de tres lados, todo ello cubierto mediante bóvedas estrelladas, cuyos nervios confluyen en finas columnillas adosadas al muro que bajan hasta el suelo. En la clave de la bóveda de la cabecera y del primer tramo de la nave aparece escudo de los promotores, la familia Altarriba, que es el mismo que adoptó el municipio y muestra cuerpo cuarteado con barras oblicuas, león rampante, seis círculos y una flor.
Capillas de diversas épocas se abren entre los contrafuertes, alterando en parte la estructura original gótica. A la derecha del presbiterio se sitúa la sacristía, cerrada con techumbre plana, y, a los pies, se encuentra el coro alto sobre una viga apoyada en una columna central de piedra, de basa dórica, fuste estriado y capitel decorado con querubines en los ángulos y hojas de acanto entre ellos. En sus extremos, hay columnas estriadas de capitel sencillo y, al fondo, las escaleras de subida. En el sotocoro hay una losa sepulcral con la inscripción: "AÑO 1680".
En el primer tramo del lado del Evangelio, se encuentra la capilla de la Virgen de la Merced, de planta rectangular y bóveda de terceletes que bajan en finas columnillas por los cuatro ángulos. El retablo que alberga es barroco, del siglo XVIII, realizado en madera tallada, dorada y policromada, y tiene un piso único con una hornacina donde está alojada la imagen de vestir de la titular, que dataría del siglo XIX.
A continuación está la capilla barroca de San Antonio, frente a la puerta de ingreso. La embocadura de esta capilla está decorada profusamente a base de motivos en relieve de estuco y, a pesar de estar muy deteriorada, de la suciedad y de haber perdido casi toda su policromía, todavía resulta espectacular. El ingreso, que cierra una reja posiblemente original, es en arco triunfal de medio punto flanqueado por dos pilastras y aletas en los extremos con decoración vegetal de hojarasca. Sobre las primeras hay sendas ménsulas que sostenían dos figuras hoy desaparecidas (una de ellas, santa Bárbara). Las enjutas contienen angelotes en movimiento ante un fondo de flores y sobre el arco se dispone un frontón mixtilíneo, asimismo adornado con guirnaldas y lazos. Encima, hay un grupo escultórico casi de bulto, con un santo central entre un caballero, tal vez el donante, y un caballo negro. La escena presenta un marcado sentido teatral, enmarcada por cotinajes sostenidos por angelotes y doselete superior. En los extremos, en línea con las pilastras, hay otras dos esculturas, un dominico (izquierda) y una figura femenina (derecha). El interior de la capilla, que mantiene el mismo carácter decorativo, es de planta cuadrada, con pilares en las esquinas que transforman el espacio en cruciforme, y se cubre con cúpula sobre pechinas, donde están representados los cuatro Padres de la Iglesia. Entre las ocho parejas de nervios de la cúpula hay otros tantos vanos cegados y toda ella conserva pintura en mal estado, muy ennegrecida.
En el tercer tramo de este lado, bajo el coro, hay una capilla poco profunda que aloja un Crucificado de factura moderna. La embocadura es en arco rebajado y su intradós se decora con casetones y flores. Los frentes de las pilastras laterales están adornados con motivos geométricos de rombos y flores, mientras que los capiteles son de aire clásico y continúan como entablamento en el interior. Sobre la rosca hay un escudo y querubines a los lados, y en las enjutas aparecen dos corderos místicos con el lábaro de la victoria.
En el lado de la Epístola tan solo hay una capillla, de planta cuadrada con cúpula rebajada sobre pechinas. A continuación, junto al ingreso, hay una pila original de piedra del siglo XVI, con forma octogonal y pie circular.
La portada de ingreso a la iglesia está protegida al exterior por un pórtico sobre el que se eleva el campanario, siguiendo un modelo bastante extendido en la comarca, que puede encontrarse también en las iglesias de localidades como Lastanosa, Sena y Villanueva de Sijena. La torre, que ha sido restaurada, es muy sencilla, muestra vanos de medio punto para las campanas y pequeñas ventanas en derrame para la caja de escaleras. La portada, abierta al sur en el segundo tramo, es de finas arquivoltas abocinadas, que acogen un tímpano liso y apoyan en baquetones similares, de capiteles y basas poligonales.