La iglesia asienta su fábrica sobre una cresta rocosa, al norte de la localidad, en un lugar donde todavía se conservan vestigios del castillo medieval que ostentaba Mango Jiménez en 1102. Es de una nave dividida en cuatro tramos entre arcos fajones ligeramente apuntados, a los que se abren capillas. El presbiterio está formado por un primer tramo, al que se accede bajo arco de medio punto, más ábside semicircular, cubierto con bóveda de casquete. Los arcos fajones de la bóveda apoyan en columnas adosadas de capitel muy sencillo, con ángulos biselados en forma de punta de lanza, cimacio y basas áticas, con bolas adosadas y que descansan en plintos, excepto las de los lados del ábside y una cortada, a la izquierda del acceso. Una línea de impostas, interrumpida en algún tramo, recorre el perímetro interior. Los dos tramos de los pies están ocupados por un coro alto sostenido por dos grandes arcos rebajados sobre pilastras, su barandilla es abalaustrada entre pilares adornados con guirnaldas de hojas. Al fondo del mismo hay un vano de arco rebajado (adintelado al exterior) y en el sotocoro podemos ver tres pilas, una bautismal con el pie achaflanado, otra de aceite y otra que conserva pinturas del siglo XVI o XVII.
La capilla del primer tramo del lado del Evangelio se abre en arco de medio punto con un entablamento superior decorado con gotas y un pequeño frontón triangular, probablemente del siglo XVI o XVII. En su bóveda de medio cañón conserva restos de pintura, con un óvalo y motivos vegetales. Frente a ella, se abre otra bajo dos arquivoltas de medio punto sobre columnillas. En el segundo tramo del lado de la Epístola, tenemos el ingreso al templo y, enfrente, una capilla con embocadura en arco de medio punto, de planta rectangular con un entablamento corrido en el que apoyan los nervios de la bóveda de crucería, que muestra una clave circular decorada con una estrella mudéjar, del siglo XVI. A continuación, hay otra poco profunda remodelada en forma de nicho.
Desde el coro se accede a las cubiertas de las bóvedas románicas, fabricadas a base de lajas de piedra. Posiblemente en 1807, se añadió un recrecimiento para su ventilación, realizado en piedra en la parte inferior y ladrillo, en el resto, que en la zona de la cabecera es a modo de galería de arquillos de medio punto.
Ya en el exterior, la fábrica es de piedra sillar bien escuadrada, excepto el recrecimiento superior de ladrillo. En el segundo tramo de la Epístola se encuentra la portada románica, donde se ven algunas marcas de cantero. Aunque algo remodelada, presenta dos arquivoltas de medio punto abocinadas sobre columnillas simplemente esbozadas en los ángulos de las jambas, con una nacela exterior. La puerta es de madera con herrajes y presenta la inscripción: "AÑO 1736 seizieron / (l) As puertas siendo / bicario Mosen Iosep". Este ingreso estuvo protegido por un pórtico sobre columnas del siglo XVIII o XIX, hoy desaparecido. En el lugar que ocupaba hubo enterramientos, uno de ellos es una una tumba excavada, aún visible.
De los dos vanos abocinados de este muro sur, el más próximo al presbiterio tiene el derrame interno y el anterior, externo. En la capilla del primer tramo de la Epístola se conserva una puerta cegada que daba acceso antiguamente a una sacristía y sala contigua desaparecidas y también al antiguo cementerio. Sobre ésta se eleva la espadaña cerrada por tres lados, con dos vanos de medio punto para las campanas. El ábside al exterior es poligonal de cinco paños y mantiene parte de la cornisa sobre canecillos original, en el resto de la misma se han repuesto.