Descripción
Es un edificio de grandes dimensiones. Tiene planta de carácter basilical, con tres naves, crucero inscrito en la planta y cabecera recta. Se trata de una iglesia de carácter barroco clasicista construida en el siglo XVIII, para susituir un templo mudéjar bajomedieval, del cual se conservan todavía significativos restos integrados en el edificio actual. Uno de ellos es el antiguo ábside poligonal de tres paños, que configura hoy la fachada de los pies, ya que durante la reconstrucción se cambió la orientación de la iglesia. Asimismo, son del templo original los muros integrados en la actual nave central (que eran los laterales del edificio original), que solo son visibles en la cámara existente sobre las bóvedas, donde quedan restos de molduras, arcos apuntados, agramilados y pintura decorativa. El mismo tipo de vestigios ornamentales de entrelazo, hojarasca y flores se localiza en la zona del coro (antiguo ábside). Otro elemento medieval es, posiblemente, el interior del cuerpo inferior del campanario, donde la estructura de doble torre, una dentro de otra, indica al menos su entronque con la tradición mudéjar. Por lo que respecta a la iglesia existente en la actualidad, está construida en ladrillo y mampuesto enlucido, sobre zócalo de piedra.
El acceso, dispuesto en el eje longitudinal del edificio, se practica bajo arco de medio punto gradualmente abocinado, abierto en una fachada que conserva la forma poligonal del primitivo ábside mudéjar.
Al interior, el presbiterio y los cuatro tramos de la nave central, más ancha y alta que las laterales, se cubren con bóvedas de cañón con lunetos, divididas en tramos por arcos perpiaños de medio punto, sistema utilizado también para los brazos del crucero, cuyo centro ocupa una gran cúpula elíptica sobre pechinas. Por otro lado, los tres tramos de cada nave lateral se cierran con bóvedas elípticas, creando toda una serie de espacios intercomunicados mediante arcos de medio punto y reservados para las capillas poco profundas que se instalan en los muros exteriores. Esta característica, unida a la ornamentación interior, la relaciona más con un barroco clasicista tardío que con el neoclasicismo, como se ha venido diciendo.
A la izquierda del presbiterio está la sacristía. Es una estancia de dos tramos, cubiertos con bóveda de cañón. El coro alto, a los pies de la nave central, se apoya sobre un gran arco rebajado y, a los lados de este cuarto tramo, se encuentra el antiguo baptisterio (izquierda), hoy capilla de San Andrés, y la torre campanario (derecha. La capilla mencionada sobresale en planta, siendo la que adquiere mayor profundidad al constar de un primer tramo cubierto con bóveda de cañón, más una sala cuadrada cupulada sobre pechinas y linterna para la iluminación.
En cuanto a la decoración interior, combina el trabajo en estuco y la pintura mural.
La obra en estuco es dieciochesca, escueta y elegante, dibujando las principales líneas constructivas y sus elementos estructurales. Pilastras estriadas de orden compuesto sostienen un entablamento corrido, interrumpido en el coro, que hace uso de todo el repertorio ornamental clásico, como las ovas y dardos, bandas florales, hojas de acanto o un motivo de gotas, que incluye piñas en los ángulos. A todo ello se suman las ménsulas para colgar lámparas.
Otras molduras, tanto de carácter vegetal como geométrico, sirven para perfilar los vanos de iluminación y los lunetos. Se disponen en la rosca de los arcos y en la base de la cúpula del crucero; también enmarcan los distintos espacios rectangulares destinados a la decoración pintada. Diferente tratamiento recibe el intradós de los arcos torales, sobre los que apoya la cúpula, y del arco que sostiene el coro; la decoración en este caso consiste en secuencias de casetones, estrellas, florones, rollos o círculos encadenados.
Además de las guirnaldas colgantes del frente del coro y de la cabecera, bajo las que se situaba el retablo mayor, destacan los trabajos de las capillas del Carmen y de la Virgen del Rosario, ambas del siglo XVIII y localizadas en los extremos de crucero, en el lado del Evangelio y de la Epístola respectivamente. En las paredes del fondo, aparecen cuadros-retablo realizados en estuco pintado para acoger las imágenes de sus titulares, modeladas en el mismo material. Finalmente, la sacristía, con sus techos ornados con florones, sus ménsulas y sus cornisas, también participa de esta ambientación clasicista.
La decoración pintada data fundamentalmente del siglo XX, excepto el tondo del coro pintado al fresco con la figura de un apóstol, que es de los siglos XVIII-XIX. Hay representaciones de los cuatro Evangelistas en las pechinas de la cúpula y de la Asunción de la Virgen, San Blas y la Virgen de Magallón en las bóvedas de la nave central (V. Torrens, 1929). Otras decoraciones, como las del presbiterio o el pintado de los muros de modo que se distinguen visualmente los paramentos y los elementos arquitectónicos, fueron realizadas con posterioridad (J. Bueno, 1958).
El exterior muestra de la típica austeridad de la arquitectura aragonesa a base de ladrillo enmarcando paños de tapial con verdugadas de rejola, todo sobre un zócalo de piedra. La portada es de arco de medio punto, sobre el cual hay una hornacina que alberga la imagen en yeso de la titular.
A la derecha, la torre se eleva sobre planta cuadrada en dos cuerpos. El inferior es de mampostería y presenta saeteras en su cara este. El segundo, de menor base, es de ladrillo caravista con las esquinas cóncavas que alojan pequeñas columnillas con remate cónico de yeso o. En cada lateral de este piso y entre pilastras se abren los cuatro vanos en arco de medio punto e imposta de piedra para las campanas. Tras una cornisa que combina el ladrillo, la piedra y la cerámica blanca (esta última incorporada en la década de 1950) se eleva el chapitel octogonal del remate con teja cerámica de color verde, que sustituye al original bulboso eliminado durante la posguerra y que vuelve a incorporar el mismo tipo de cerámica blanca en su base, ahora en disposición romboidal.
La decoración de agramilado que se conserva de la iglesia bajomedieval corresponde al período de plenitud del mudéjar (siglos XIV y XV). Presenta similitudes estilísticas con la decoración de la iglesia del convento del Santo Sepulcro de Zaragoza y la de la parroquial de Cervera de la Cañada. La técnica mudéjar del agramilado, que se practicó especialmente en las iglesias de las cuencas del Jalón y el Jiloca, resulta inusual en el entorno de Monegros.
Bibliografía
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Síntesis histórica
La iglesia de la Asunción es un edificio de finales del siglo XVIII y principios del XIX, que ha sido indistintamente adscrito por los investigadores tanto al barroco clasicista como al neoclasicismo. En el momento de su construcción sustituyó a una iglesia mudéjar situada en el mismo emplazamiento, de la cual se conservan importantes restos integrados en la iglesia actual.
Carecemos de documentación que permita datar con exactitud la iglesia primitiva. Basándose en diversos documentos, Conte (1992) la sitúa entre 1420 y 1455, llegando incluso a verificar documentalmente la intervención de Miguel de Proca, quien también participaría en la construcción de la iglesia de Santiago en Grañén; la intervención de Proca en Robres solo puede asegurarse en lo que respecta a la ejecución de la galería de arquillos, desconociéndose si el resto de la iglesia es obra suya.
A finales del siglo XVIII se decide construir una nueva iglesia en el mismo emplazamiento. También se desconoce la fecha exacta de inicio de las obras, aunque sí se sabe que en 1792 debían de estar terminados al menos la cabecera y el crucero, mientras se seguía utilizando la nave del edificio mudéjar. Las obras no serían finalizadas hasta fechas posteriores a 1801.
En el siglo XX se llevan a cabo diversas obras de pintura y decoración (1929, 1958). Asimismo, el edificio sufre daños durante la Guerra Civil, que suponen la desaparición de todo su mobiliario litúrgico.
En 1970, en el marco de un proceso de restauración, se instala en la iglesia un baldaquino barroco, procedente de la capilla de Santa Lucía de la catedral de Huesca.
Desde 2001 a 2005 se lleva a cabo una restauración integral, tanto de los elementos arquitectónicos como de la decoración mural mudéjar conservada, según proyecto del arquitecto Antonio Alcubierre.
En 2007 se efectúan obras menores de reparación.
Datación e historia del bien
CONSTRUCCIÓN
Desde Edad Media-S. XV-1420
hasta Edad Media-S. XV-1455
MUDÉJAR
Se construye la iglesia mudéjar que precedió al actual templo. la intervención del maestro Miguel de Proca está documentada al menos en lo referente a una galería de arquillos en la nave, aunque se desconoce si fue él quien ejecutó todo el templo.
Proca, Miguel de (Arquitecto)
CONSTRUCCIÓN
Desde Edad Moderna-S. XVIII-1792
hasta Edad Contemporánea-S. XIX-Principios
BARROCO CLASICISTA
La iglesia actual es edificada sobre los restos del templo mudéjar, del cual quedan todavía importantes restos integrados en la construcción del siglo XVIII.
Por sus características la iglesia ha sido atribuida al grupo de arquitectos oscenses que siguieron los postulados barroco clasicistas del arquitecto jesuita José Sofí.
Se desconoce la fecha de finalización de la iglesia. Sí se sabe que en 1801 únicamente estaban construidos la cabecera y el crucero, y continuaba usándose como nave la de la iglesia mudéjar.
REALIZACIÓN DE OBRA DE DECORACIÓN ARQUITECTÓNICA
Edad Contemporánea-S. XX-1929
Se llevan a cabo las pinturas de las pechinas de la cúpula y de las bóvedas de la nave central.
Torrens, V. (Pintor)
DAÑOS PARCIALES POR INTERVENCIÓN HUMANA
Desde Edad Contemporánea-S. XX-1936
hasta Edad Contemporánea-S. XX-1939
Durante la Guerra Civil fueron destruidos todos los retablos e imágenes de la iglesia.
REALIZACIÓN DE OBRA DE DECORACIÓN ARQUITECTÓNICA
Edad Contemporánea-S. XX-1958
Se llevan a cabo las pinturas del presbiterio. De esta misma década data el pintado general de los muros interiores, de forma que se destacan visualmente los elementos arquitectónicos sobre los paramentos.
Bueno, J. (Pintor)
INSERCIÓN DE ELEMENTOS MUEBLES
Edad Contemporánea-S. XX-1970
Se llavan a cabo obras de restauración del edificio.
Asimismo, se instala en la iglesia de Robres el actual baldaquino barroco, que procedía de la antigua capilla de Santa Lucía de la Catedral de Huesca, que fue desmantelada por esas fechas.
RESTAURACIÓN
Desde Edad Contemporánea-S. XXI-2001
hasta Edad Contemporánea-S. XXI-2005
El Servicio de Vivienda y Rehabilitación del Gobierno de Aragón lleva a cabo trabajos de
restauración de cubiertas, muros exteriores, interior y torre. Se trata de una intervención integral que afecta tanto a la estructura y elementos arquitectónicos como a la decoración mural mudéjar que se conserva del templo bajomedieval.
Alcubierre García, Antonio (Arquitecto)
RESTAURACIÓN
Edad Contemporánea-S. XXI-2007
Se llevan a cabo labores menores de limpieza y reparación del edificio, así como de restauración de bienes muebles, por parte de la Federación de Amas de Casa de la localidad.