Construcción exenta con fábrica de mampostería y reajustes realizados en distintos momentos con criterios artesanales. Era una construcción de diseño irregular por la disposición retranqueada de sus muros, y es de nave de tramo único y posee capilla mayor. Se conservaba la mesa altar y una hornacina abierta en el muro de cabecera. Hubo púlpito del que quedan las escaleras y la plataforma sin interés. El coro estuvo a los pies. La entrada era de sencillo arco rebajado situada a los pies y sobre ella en los alto está el único vano, en forma de óculo, que tenía el recinto. Tanto al interior como al exterior configura una planta desordenada debido a la falta de un criterio unitario en las sucesivas modificaciones y reparaciones.
Esta ermita contó con casa de santero hasta la guerra y con una balsa, bajo el cerro en el lado norte, de dónde se suministraba el agua para la misma.
El edificio actual es reciente, pero sustituye al anterior, que podría haber sido de finales del XVI, y que quedó en ruinas después de la Guerra Civil.