Es un portal con capilla abierta situado en una de las arterias principales de la trama urbana de la villa, la calle de San Antonio, que parte de la plaza donde se sitúa la Casa de la Vila. Está ubicado en un punto de intersección de calles: a continuación del portal, la calle se desdobla en dos, la de San Antonio y la de Santa Bárbara, lo cual motiva la peculiar configuración de este portal. Además, en ángulo recto con la abertura exterior del portal parte una tercera calle, en acusada pendiente, que desciende hacia el sur a través de otro portal o pasadizo de mayor antigüedad que el portal-capilla propiamente dicho.
Es una construcción de planta rectangular, de dos tramos, con dos pisos de altura (el superior mucho más alto que el inferior): el piso inferior está abierto y es la zona de paso de la calle; en el superior se sitúa la capilla abierta, prolongada hacia el lado norte por un edificio de vivienda que se dispone sobre uno de los dos tramos del pasadizo inferior. Está construida de sillería de arenisca de muy buena labra en el lado sur (el tramo en el que se sitúa la capilla) y de peor factura en el tramo norte (el segundo tramo del pasadizo), que parece de construcción posterior.
Aparentemente, y debido a sus características, parece una obra construida en dos fases: en primer lugar, un portal de planta cuadrada y de un solo tramo, sobre el que se sitúa la capilla; este se prolongaría con posterioridad en un segundo tramo, que corresponde al arco norte y al edificio situado sobre él.
El piso inferior se abre mediante un arco hacia el interior de la villa (hacia la plaza) y dos hacia el exterior. El arco del lado interior es de medio punto y su frente está mucho más decorado que los de los arcos del lado opuesto, mediante un escalonamiento de boceles salientes a modo de sucesivos guardapolvos; el arco apea en dos gruesos pilares de frente redondeado, con ménsulas molduradas en listel y cuarto bocel.
El lado opuesto, hacia el exterior (prolongación de la calle de San Antonio y calle de Santa Bárbara), es mucho más sobrio. Se abre en dos arcos de medio punto (el del lado norte ligeramente rebajado) sin ninguna decoración y realizados con facturas diferentes entre sí: el situado más al norte está configurado mediante dovelas más cortas y casi cúbicas, lo cual parece abonar la idea de que el conjunto está realizado en dos fases y que este segundo tramo es una prolongación del portal-capilla original. El arco sur tiene sobre él una imposta que señala la separación de los pisos, encima de la cual hay una hornacina poco profunda con un relieve de la Virgen del Pilar, similar a otro conservado en el Ayuntamiento.
Por el interior, el pasadizo está dividido en dos tramos por un arco transversal de medio punto. El primero de los tramos, situado bajo la capilla, se cubre con bóveda de crucería de estructura compleja (con diagonales, terceletes, ligaduras…) con una clave principal y varias menores, cuyos nervios descansan sobre haces de columnillas adosadas a las gruesas columnas de las esquinas donde a su vez apean los arcos de ambas embocaduras. El segundo tramo tiene cubierta plana sobre forjado de vigas de madera, de construcción posterior. En uno de los laterales del pasadizo se abre la puerta de una vivienda en un gran arco de medio punto, fechable en el siglo XVI o XVII.
Por lo que respecta al piso superior, por el exterior, el lado que concentra toda la decoración es el que da hacia el interior de la villa. Lo separa del piso inferior una gruesa línea de imposta, de la que penden bandas superpuestas de relieves curvilíneos. En la parte central se abre el vano de la capilla, en arco de medio punto, con el frente decorado por un juego escalonado de boceles resaltados muy similar al descrito en el arco del piso inferior; en este caso, el arco apea sobre ménsulas molduras y pilastras con el frente tallado en resalte; en sus enjutas destacan las decoraciones geométricas (cuadrados, rombos) características de las fachadas protobarrocas. Flanquea el hueco central una doble pareja de pilastras superpuestas, con capiteles tallados con relieves vegetales, que sostienen un grueso entablamento de trazado escalonado. Sobre él se abre una hornacina avenerada en arco de medio punto, sostenido por pilastrillas acanaladas. Remata el conjunto una gruesa cornisa moldurada, de trazado roto en su parte central por el arco de la hornacina, que sobresale en altura.
Sobre este piso todavía puede verse el cimborrio octogonal que corresponde a la cúpula interior, rematado por una elevada y estrecha linterna también octogonal, con pilastrillas decorando los ángulos, cuyos vanos originales se encuentran cegados.
Se accede al piso superior a través de un arco de medio punto lateral, que da paso a una escalera de piedra de dos tramos dispuestos en ángulo.
La capilla propiamente dicha, en el piso superior, es un espacio cuadrado cubierto mediante cúpula hemiesférica sobre pechinas, que apean en pilastras adosadas en las esquinas. Tiene suelo de terrazo.
Tiene decoración pictórica en los muros laterales, con sendas escenas de la vida de San Antonio: con el Niño y exorcizando a un endemoniado. Hay también altorrelieves de estuco que representan a los cuatro Padres de la Iglesia en las pechinas. Y, en los ocho paños de la cúpula, figuras pintadas con las siete jerarquías angélicas (ángeles, arcángeles, querubines, serafines…) más una octava borrada.
Todavía hay otro elemento constructivo asociado a este portal-capilla. Se trata de un segundo portal, inmediato a él, por el lado exterior, dispuesto en ángulo con su embocadura. Se trata del antiguo portal d’Orta. Es un pasadizo que cubre una calle en pendiente que desciende hacia el sur, cubierto con forjado de vigas de madera reforzado con una gruesa viga transversal. El arco de embocadura inferior es apuntado y más antiguo que el resto del conjunto, y el superior (que da al primer portal de San Antonio) de medio punto rebajado. Los arcos están realizados en sillería, mientras que el resto de la construcción que hay sobre ellos es de mampostería.