Es un edificio de planta rectangular, adosado al ayuntamiento por uno de sus laterales y comunicado interiormente con él.
Se trata de una construcción de sillarejo y mampostería, dividida en tres plantas.
En la planta baja, dos arcos de medio punto que apean en una columna dan acceso a la lonja del edificio, cubierta con vigas y revoltones de yeso. Entre los dos arcos una placa de piedra tallada contiene el escudo de la localidad, con un castillo y una inscripción con la fecha de construcción del edificio, bajo una pequeña hornacina:
Heces T.dom/uspavrerum/quam fecit/Franciscus Mas/Die 4 mensis au/gusti anno D./ 1568.
Desde la lonja no hay acceso al piso superior. La única entrada se encuentra en la planta principal del edificio del concejo, a través de una puerta en arco de medio punto y escaleras con baranda de yeso.
La planta noble consta de una gran sala, abierta al exterior a través de dos ventanas festejadoras de alféizar moldurado.
Las fachadas de los edificios dedicados a la beneficencia y sanidad se concebían con grandes alzados articulados horizontalmente y compuestos por los mismos elementos estructurales que se venían repitiendo en el resto de la arquitectura civil.
La configuración de este hospital es similar a la del ayuntamiento: en la primera planta, la lonja, en la segunda, una gran sala y en la tercera, un granero. La diferencia está en que la altura de los techos es aquí menor, ya que este está dedicado a asistir a los pobres aquí cobijados.
El salón principal, como en los ayuntamientos de Cantavieja y Fortanete, es de enormes dimensiones con un suelo de tablas sobre vigas de madera que tras su restauración se cubrió de un mortero de cemento. Junto al salón estaba la secretaría.
Al exterior una diferencia notable respecto a otros ayuntamientos renacentistas del Maestrazgo, como los de Fortanete o Mirambel, y los grandes palacios característicos de la comarca, es que no cuenta con un alero de madera desarrollado sino con uno de piedra de poco vuelo.