El enclave arqueológico se sitúa en el amplio espolón que separa el barranco del Cárcavo del río Castellar, en la margen derecha de este último. Dicho espolón es una cuesta constituida por conglomerados, areniscas, arcillas y calizas grises de la facies Weal (Cretácico inferior). Dada la extensión del enclave, los procesos erosivos se reparten de forma muy desigual por sus superficies, si bien en su mayor parte dominan los procesos de arroyada difusa, existiendo algunos puntos con sedimentación. Localmente aflora el sustrato geológico en superficie. En cuanto a la cubierta vegetal, domina el matorral y las herbáceas, con presencia de un pequeño pinar de repoblación en la ladera Norte y de alguna carrasca y rebollo aislados. El enclave se asienta junto al principal camino de comunicación del Altiplano de Cedrillas-Monteagudo, con la Depresión de Sarrión y las hoyas de Mora y Valbona.
Los restos ocupan la cumbre de esta prolongada loma, definida por un cortado. Se pueden diferenciar dos grandes sectores, parcialmente aplanados, separados por un foso. En el sector meridional, ligeramente más alto que el anterior (1.280 m.s.n.m.), se encuentran los restos del castillo. Ocupan un un afloramiento rocoso en el centro de la plataforma. Debía estar protegido por un recinto perimetral. En el sector septentrional (1.270 m.s.n.m.) se encuentra la antigua ermita de Santa Bárbara.
Castillo: situado en el monte que domina la población. Se compone de un recinto amurallado de importante exterión, con forma alargada de unos 100 m de longitud, y un torreón cilíndrico, de unos 6 m de diámetro, de mampostería. Posee vano con arco de medio punto y aspilleras. Ha sido recientemente rehabilitado. Guitart (1988) indica que "el actual propietario del terreno ha realizado excavaciones, saliendo a la luz los cimientos de largos muros, de piedra, pudiendo así identificarse la planta, muy alargada y estrecha, de longitud superior a los 100 m.". La torre del homenaje, situada en el extremo opuesto a esta circular, se compone de un pabellón de dos cuerpos, el superior con galería de madera realizada en la reciente restauración y alero del mismo material aunque tejado cubre únicamente la galería ya que la torre se remata con terraza; la puerta de ingreso es en arco ligeramente apuntado con grandes dovelas.
Ermita de Santa Bárbara: hoy rehabilitada y convertida en vivienda, se puede identificar como la antigua iglesia parroquial.
Cementerio: durante la rehabilitación se encontraron varias lápidas discoidales y, previsiblemente, los restos del cementerio asociado a la antigua parrroquial.
Hay que destacar el hecho de que se tiende a confundir la antigua ermita (iglesia) de Santa Bárbara con el castillo, dada la apariencia fortificada de esta y el mal estado de conservación de la fortificación. Esto le sucede, por ejemplo, a F. Benito (1991). Aunque ambos elementos forman parte de un mismo conjunto y en su momento se fortificó de forma visible la iglesia, conviene resaltar esa diferenciación.
Restos muebles asociados
Hallazgo de varias lápidas discoidales durante la rehabilitación (hacia 1985). Cerámica musulmana, de pastas grisáceas, con acanaladuras y superficies alisadas "en fresco". Noticias del hallazgo de alguna moneda musulmana. Ollería vidriada y cantarería. Cerámica decorada de Teruel.