Este pequeño templo románico se compone de una nave de tres tramos con bóveda de cañón apuntado reforzada por arcos fajones y ábside de planta semicircular con bóveda de horno reforzada por dos nervios doblados que parten de una imposta y se unen en la clave del arco triunfal.

Los arcos fajones apoyan en medias columnas que arrancan de ménsulas situadas a media altura, y representan cabezas humanas y de monstruos. Los capiteles exhiben decoración vegetal.

La portada, en el tramo de los pies, consta de cuatro arquivoltas apuntadas que descansan sobre finas columnas con capitel vegetal.

Hay otra portada, sin decorar, en el muro de la epístola.

El hastial se remata con una pequeña espadaña de un solo vano.

En el ábside hay un ciclo de pinturas murales de comienzos del siglo XIV, con una iconografía relacionada con los arcángeles San Miguel (antigua advocación del edificio) y Gabriel,  y tres vanos de medio punto con gran derrame interior.