La iglesia está formada por una cruz latina, con capillas laterales y sacristía que completan un rectángulo en planta. Los tres tramos de la nave, los brazos del crucero y el presbiterio se cubren con bóveda de medio cañón con lunetos. La cúpula del crucero presenta una cúpula ciega sobre pechinas decoradas con figuras de los evangelistas. Los dos primeros pares de capillas laterales tienen cúpulas ciegas sobre pechinas y el último bóveda de arista.

El coro alto se sitúa a los pies, sobre arco escarzano.

En el presbiterio en los frentes de los brazos del crucero hay retablos barrocos que armorizan entre sí, configurando junto con la labor decorativa un espacio unitario y muy coherente en su estilo.

La fachada de los pies en forma de hastial presenta una cierta grandiosidad, dentro del más clásico canon de la época. Tiene tres calles divididas por pilastras: en la central hay triple pórtico con arcos de medio punto; sobre él una hornacina, entre pilastras y bajo frontón, ventana y óculo que se aloja en el frontón triangular que remata este cuerpo; las calles laterales son más sobrias con algún vano adintelado y remate con alerones para unir con el tramo central.

El edifico conventual se organiza en torno a un patio sencillo y de transformada arquitectura. Presenta una fachada de gran longitud y cuatro alturas, con series ordenadas de vanos rectangulares y como remate una galería de vanos de medio punto.