Se trata de una capilla abierta en la roca al norte del pueblo, sobre un cabezo desde el que se puede contemplar en pueblo, la vega del Ebro, los montes de la cuenca del Jalón y la silueta del Moncayo.
Ermita excavada en la roca que consta de nave única de cuatro tramos, cubiertos por bóvedas de medio cañón con lunetos y divididos los tramos por arcos fajones que apean en un ritmo de pilastras toscanas adosadas a los muros internos de la ermita. La cabecera, de testero recto, se encuentra cerrada por una verja. Junto al presbiterio, en el lado derecho, se abre una sacristía de planta cuadrada.
A los pies se sitúa el pórtico construido en ladrillo y abierto en arco de medio punto de trasdós moldurado de ladrillo aplantillado e imposta en cuarto de bocel. La cubierta es de medio cañón y la puerta de acceso al interior es en arco de medio punto.
Bienes muebles asociados:
-Al interior destaca el zócalo que recorre los muros de la nave, a base de tres hiladas de azulejos de cartabón en blanco y azul, formando rombos, procedentes del alfar de Muel y datados a finales del XVIII.
-La iglesia albergaba nueve lienzos semicirculares pintados al óleo, llenando los lucillos a ambos lados de la nave y el de los pies, con la representación de la Pasión, cuya lectura se efectúa desde los pies, de izquierda a derecha, en zigzag. Interesante conjunto iconográfico , de finales del siglo XVIII.
Dicho conjunto está presidido por la talla del Cristo de la cueva, imagen perteneciente a un Calvario gótico del XIV cuyas figuras de San Juan y la Virgen se guardan en la sacristía bastante transformadas, ya que fueron revestidos con paños de telas encoladas y pintadas en rojo, y verde gris a finales del XVIII. El conjunto presenta una Iconografía arcaizante, aunque la talla es de bastante calidad.