Descripción
Constituye esta casa-cueva una excelente muestra de las proporciones y complejidad de distribución que podían llegar a alcanzar las cuevas de las familias con mayores recursos. Las cuatro alcobas con que cuenta esta vivienda se localizan en la parte anterior de la cueva, cercanas a la calle, accediéndose a ellas desde el zaguán. Al fondo de éste se sitúa la cocina que desempeña además la función de distribuidor pues desde ella se accede a la bodega, a la despensa y al corral a través de un largo caño de unos siete metros de longitud. La bodega cuenta con una pequeña estancia comunicada con la cocina a través de una pequeña ventana que bien pudo desempeñar la función de almacenamiento de grano pues presenta revestidos con yeso sus paramentos hasta una altura de un metro aproximadamente. El corral es de grandes dimensiones (45 metros cuadrados aproximadamente), y cuenta con cinco habitáculos destinados a cuarto para novillos, gallinero, pocilga, cuadra con sus pesebres y el pajar. Este último, además de contar con la consabida lumbrera en el techo que permitía arrojar la paja al interior desde la superficie, se encontraba comunicado a través de una ventana con una de las alcobas situadas a la entrada de la casa-cueva. Además, esta cueva constituye uno de los pocos ejemplares que llegaron a contar con pozo para la extracción de agua potable, en este caso excavado en el exterior de la vivienda, junto a la puerta de entrada y actualmente condenado.
REFORMAS Y AÑADIDOS: Únicamente cuenta con una pequeña edificación de dos plantas adosada en la parte izquierda de la fachada, entre la puerta de entrada y la ventana de la alcoba nº1. El espacio de la vieja cocina se reconvirtió en un nuevo “corral”, horadando su techo hasta comunicarlo con la superficie, cubriendo posteriormente todo el espacio con una cubierta de placas onduladas traslúcidas, lo que proporciona mucha más luminosidad de la que tuvo anteriormente. Entre este espacio de la vieja cocina y el zaguán se habilitó mediante nuevas particiones el aseo o servicio, haciendo desaparecer el muro de tierra que dividía estas dos estancias. La alcoba nº1 se compartimentó en dos nuevos espacios dedicados a cocina y despensa. La bodega es la única parte de la cueva utilizada en la actualidad por sus propietarios que la han destinado a “merendero” o “peña” habiendo sido eliminados tanto la pisadera como los longitudinales bancos laterales donde se alojaban las cubas y los toneles. Así como las alcobas y el zaguán fueron alterados con nuevos pavimentos, revestimientos y carpinterías, las zonas de la cueva que eran destinadas a uso agropecuario se conservan prácticamente intactas, destacando sobremanera el corral, único ejemplar en todo el conjunto de casas-cueva de Salillas de Jalón, que se ha conservado intacto y en relativo buen estado, tanto por conservar sus paramentos sin ningún tipo de revestimiento, dejando visto el corte natural del terreno, como por el curioso aparejo en espiga de pez con que fue construido el murete de mampostería. Lo mismo sucede con la fachada lateral de la casa-cueva, que hoy en día constituye la única muestra que nos queda de la antigua apariencia de los exteriores de estas viviendas, con un murete de protección de similares características a los del corral y el encalado de protección para el corte del terreno.
Fuente
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AURENSANZ CAMPO, Sergio. Casas Cueva en Salillas de Jalón. Inventario inédito, Gobierno de Aragón,