El colegio “La Purísima” fue construido según proyecto de los arquitectos Alfonso Buñuel y Juan Pérez Páramo. El complejo programa comprende colegio para niños y niñas externos e internos, clausura, capilla y salón de actos. La organización funcional resuelve con brillantez las solicitudes iniciales que exigían absoluta independencia entre sexos, entre externos e internos y de la clausura. Los cambios de los modelos educativos y la facilidad con la que el edificio se ha adaptado demuestran la flexibilidad de su tipología.

En planta, presenta un volumen equilibrado formado por tres cuerpos dispuestos en abanico que convergen en el chaflán. El cuerpo central, de planta rectangular, se dispone a lo largo del eje principal de simetría y contiene los espacios más relevantes del programa, rematándose en su extremo por un torreón-campanario que se eleva por encima del conjunto presidiendo el espacio de recreo. Los cuerpos laterales se alinean a las calles Corona de Aragón y Maestro Serrano. El primero presenta planta en L unida con el cuerpo central en su extremo y configurando un pequeño claustro ajardinado. El segundo se desarrolla en planta rectangular más alargada con claustro simétrico al anterior y comunicado con el espacio de recreo.

La fachada hacia la vía pública forma un frente continuo con chaflán poligonal. Éste presenta una composición tripartita con porche de acceso en la planta baja, paramento ciego de ladrillo en planta primera y galería recercada en piedra en la última planta. Las fachadas laterales se extienden hacia las calles Corona de Aragón y Maestro Serrano continuando la composición del chaflán y dotando al conjunto de una gran unidad. En la planta baja, el porche se prolonga en los laterales hasta un gran paño de piedra sobre el que resalta un gran marco encuadrando la composición vertical de las ventanas de baja y primera, dotando al alzado de ritmo y escala. En la segunda planta se continúa el ladrillo con una sucesión de ventanas cuadradas con dintel volado que se extiende hasta la galería del chaflán. Bajo éstas, en la primera planta, un gran vano horizontal recercado en piedra apoya la composición. El conjunto se corona con una albardilla de piedra con gran visera volada sobre la galería del chaflán.