No se conserva la primitiva portada, pero el resto de la fachada mantiene su carácter. Es de tres plantas, totalmente construida en ladrillo, con aparejo de soga y tizón. Rematando la segunda planta hay un friso de ladrillo en esquinillas y dispuesto al tresbolillo, coronado por una imposta de dos filas de listeles. Sobre ella se despliega una galería de siete vanos de medio punto, doblados, con doble línea de imposta de doble listel, una que define el alfeízar del hueco interior y otra en el arranque de los arcos. La cornisa del edificio, de ladrillo, presenta doble línea de listeles y de esquinillas. En la fachada lateral hacia la calle Carnicería se prolonga la galería con otros siete vanos.