La portada es de sillería, de medio punto, con pequeña hornacina superior. Los muros son de mampostería con cornisa de ladrillo de canes formados por dos unidades. El volumen exterior está jalonado por los contrafuertes que se corresponden con las pilastras interiores.

Tiene planta de una nave de cuatro tramos con bóveda de cañón rebajado con lunetos, que apoya en arcos perpiaños rebajados y pilastras adosadas. La cabecera es de tres lados con bóveda semicircular muy plana sobre pechinas, cuya superficie es el resultado de la intersección del semicírculo con la planta semioctogonal de los muros. El coro alto, situado a los pies, apoya sobre tres arcos de medio punto. 

Tiene un retablo de madera dorada con banco, tres calles y remate en forma de medio punto. La separación de las calles son columnas salomónicas y en los laterales hay estípites. Se doró el año de 1723 a expensas de Luis de Castro, ermitaño de la ermita.