Construcción de dos alturas, rehabilitada en los años ochenta. Lo más notable son los huecos de la planta baja, que han conservado su tradicional naturaleza. Se trata de cinco vanos de medio punto de sillería, de los cuales el central constituye la portada. Sobre él se dispone una hornacina también de medio punto. Los huecos de la planta superior son regulares y de grandes dimensiones, obedeciendo en parte a la reciente reestructuración, a la que también se debe el acabado de la fachada.