La iglesia se encuentra adosada a otras edificaciones, presentando dos frentes exentos, uno recayente a la calle Fernando el Católico y otro a la calle perpendicular.
Se trata de una edificación contemporánea formada al interior por una amplia nave diáfana de planta cuadrangular con un entrante a la izquierda de la cabecera correspondiente a la sacristía, con paredes recubiertas en madera y cubierta de cieloraso. Tres escalones separan la nave del presbiterio, que queda sobreelevado. En las paredes se han colocado varias imágenes y retablos correspondientes a la iglesia antigua. Al exterior la iglesia configura un volumen prismático realizado en ladrillo caravista, con acceso en la fachada recayente a la calle Fernando el Católico, abierta en porche adintelado, y estilizados huecos verticales y adintelados de iluminación en la fachada perpendicular, donde también se adosa un campanario de estructura plana con tres huecos de campanas superpuestos.

Bienes muebles: Retablo de San Francisco Javier, s. XVI Retablo de la Virgen del Rosario, s. XVII