Los sillares conservados se encuentran asentados formando un murete de escasa altura, que hoy queda en un parque situado a orillas del río, en la localidad.
Se trata de varios sillares paralelepipédicos asentados con mortero actual que pudieron formar parte de un antiguo puerto fluvial situado a orillas del Ebro a su paso por la localidad, ya que en época romana, el río Ebro era navegable desde Tortosa hasta la actual Logroño, favoreciendo la aparición de puertos en diversas ciudades en los que se desarrollaba una intensa actividad comercial, siendo el puerto de Caesaraugusta el principal enclave del centro del valle desde el que se distribuían mercancías del interior y la costa.