El antiguo molino del Batán, utilizado tanto para la molienda de la harina como para el tratamiento de los paños, se sitúa junto al camino que bordea el pantano de Cueva Foradada, cuya construcción obligó al abandono del edificio.

En la actualidad únicamente se conservan los muros perimetrales, sin que hayan sobrevivido ni las cubiertas ni la maquinaria interior.

Se trata de un edificio de planta rectangular irregular, realizado en piedra y cemento, dos alturas (que responden a dos fases constructivas, ya que el cambio de material, de la piedra al cemento, denota un recrecimiento del elemento) y cubierto a doble vertiente.

Presenta vanos rectangulares adintelados. Las dos puertas de acceso se sitúan en ángulo y permiten el paso a la vivienda y a la zona de trabajo respectivamente.

Al interior no se conservan las subdivisiones de las diferentes zonas; únicamente se intuye un tramo de escaleras en la zona de la izquierda, que probablemente comunicaría con la vivienda.